[1] Quando Dios fue servido que yo cayesse de la enfermedad peligrosa que tuve este invierno, estando los médicos y los demás en dudda de mi vida, ninguna cosa me dava tanta pena en la consideración de salir della, quanto lo que a todos les parecía desta santa y real obra que por servicio de Dios y de Vuestra Magestad4 aquí se haze, la qual quedaría cortada y destroncada de manera que no podría tan presto tornarse a poner en5 orden para prosiguirla6 a causa de la muchedumbre y variedad de personas que en ella entienden y de las cosas que son necessarias para su cumplimiento, y que por tener yo mediana intelligencia7 desto parecía ser cosa dificultosa y de muy más excessiva costa de la que se haze, si yo faltara en este tiempo. [2] Y el no poder yo acabar este servicio de la Iglesia que tanto importa a los cathólicos y de que tanto renombre se sigue perpetuamente a Vuestra Magestad8 me era más penoso a considerar que la consideración de la misma muerte.9 Puesto que yo me tenía persuadido que, llevándome Dios, Él sabía lo que hazía y hazía lo que a mí me cumplía, y Él sabría muy bien hallar y levantar ministros más idóneos que yo, pues que puede de las piedras levantar hijos a Abrahán, y que la obra se acabaría, pues es tan santa y tan a su servicio, y el mayor thesoro de sabiduría que en la tierra hay dado por beneficio suyo a los hombres para grande provecho dellos mismos y para gloria de su santo nombre. Y con esta consideración me consolava también en esta parte.
[3] Fue su grande misericordia servida de passarme del peligro y dexarme en la tierra, contra la esperança de los que me vieron en el apprieto de la enfermedad, y desde entonces le he supplicado y supplico me dé gracia para que yo emplee la vida que me dexare en su servicio y en el de Vuestra Magestad10, que va muy encaminado al suyo. Y ansí por quien Él es me ha dado ánimo y en mis pocas fuerças de convalescencia aliento para que hayamos passado muy adelante, porque me ha crecido en estremo desde mi enfermedad [f. [1v]] el desseo de ver acabada esta santa empresa. [4] Y ansí tratté con Plantino que, aunque fuesse a más diligencia y costa suya y occupación mía, accrecentássemos los praelos y donde havía antes dos, en que se imprimían dos pruebas al día, pusiéssemos otros dos, uno ordinario cada día y otro trasordinario11 para los adherentes de la obra. Y ansí lo havemos hecho después que yo me hallé con más alivio, y prosiguimos cada día más imprimiendo ordinariamente un ternio, y algunas vezes un pliego más. Y puesto que me sea necessario estar cada día onze horas estudiando, escriuiendo, recorriendo y visitando lo que se haze y ha de hazer, y esto también las fiestas como los otros días, me haze Dios merced de poner la mano en ello, de manera que se me accrecientan antes los spíritus que no se me disminuyen. [5] Estarán quatro cuerpos acabados dentro de quinze días, plaziendo a Dios, que no faltará en ellos más que el chaldeo de los Proverbios de Salomón, por el qual yo he escritto al secretario Çayas y a Alcalá de Henares para que de allí se me embíe, porque toda la lección ordinaria desta Biblia quiero que vaya conforme a los exemplares de España. En la obra trabajan siempre quarenta hombres, cada qual en su orden y menester;12 es una cosa para alabar a Dios. Y no viene persona de entendimiento a esta villa que no vaya a ver la armonía y frequentia que hay en casa de Plantino y el artificio que hay para esta obra. Espero en el que todo lo perfecciona que saldrá la mayor cosa que jamás se ha visto ni pudo pensar, y que ni los de buena y santa intención y que tienen buen juizio tengan qué dessear ni nuestros adversarios qué tachar.
[6] El duque d’Alva por servicio de Vuestra Magestad13 me mandó el año passado hazer un catálogo de los libros que entendiesse devrían14 ser reprobados para repurgar las librerías destos Estados. Yo lo hize y conforme a él se repurgaron, e yo assistí a la repurgación de las desta villa, y fue Dios servido que se hizo por todas partes bien y sin perjuizio de persona. Después dí aviso que para hazer un catálogo cumplido era necessario escrivir a las universidades y obispos [f. [2r]] para que ellos diessen noticia de todos los malos libros que havían parecido en esta tierra estos tiempos passados, assí vulgares como latinos15 [7] Y ansí se hizo, y después se celebró una junta en Brusselas de los dos16 inquisidores generales, el obispo de Bolduque, al presente d’Anvers, y Tiletano, que ya es fallecido, y el deán de Brusselas, que Vuestra Magestad17 ha hecho obispo en Bolduque, y fray Alonso de Contreras, que también es difunto, y a ella fuy yo mandado yr, para que allí se viessen los avisos de los obispos y universidades, y se diesse orden en hazer el catálogo general para purgar toda la tierra. En la consulta, que duró diez días, se determinaron tres cosas: la una fue la ordenación y disposición del catálogo, la qual remittieron a mí los diputados con los avisos y acuerdos que para ello18 fueron necessarios. El catálogo se hizo bien cumplido y juzgando las cosas con mucha equidad, el qual se ha publicado acá y se obedece con grande observancia. Yo dí un exemplo al duque para que lo embiasse a Vuestra Magestad19 y otro para el inquisidor general, porque entiendo ser útil en todas partes y ansí también lo llevan a Italia y a Francia y al obispado de Lieja.
[8] La segunda cosa que resultó de la consulta fue el orden que se podría tener para que las impressiones de estos Estados fuessen muy fieles y seguras, porque dello resultaría sanidad en la doctrina para toda la christiandad, y grande utilidad y renombre por esta parte en estos Estados de Vuestra Magestad20. Y del orden y capítulos que útilmente se podrían considerar en esta razón yo di la summa por mandado del duque, y porque a Vuestra Magestad21 le ha agradado este acuerdo se vaya poniendo en effecto, espero en Dios será muy provechoso a toda la Iglesia.
[9] La tercera fue la reformación de las escuelas de mochachos y maestros dellas, lo qual también se va entablando. Guíelo Dios todo a su servicio y al de Vuestra Magestad22.
[10] Restava una cosa que es importantísima a toda la Iglesia y que el Concilio de Trento en su catálogo decretó y todo el mundo la desseava, sino que por falta de execución estava muerta con grande daño y perjuizio de personas y dineros, y es que hay muchos libros que andan entre las manos públicamente que tienen [f. [2v]] necessidad de ser repurgados, o por tener ellos mismos en la lección principal cosas no tan sanas como conviene, o por haver en ellos annotaciones emparteen parte muy útiles, y en parte dañosas. En este número entran las obras de San Agustín y de San Gerónimo y Tertulliano, y otros autores graves. El Concilio determinó que semejantes libros se repurgassen, y ansí se vee decretado en las reglas del Catálogo del Concilio que van en el catálogo que aquí se ha hecho, de que Vuestra Magestad23 tiene un exemplo. Desque se celebró el Concilio, todo el mundo ha desseado ver esta corrección y repurgación, y nunca se ha hecho por haver pocos que quieran emprender obras públicas sin interesse. [11] Agora en esta junta que en Brusselas se hizo se ordenó modo con que en estos Estados de Vuestra Magestad24 pudiesse hazerse esta repurgación de semejantes libros buenos y provechosos, repartiéndosse los libros entre las universidades y obispos y letrados calificados que acá hay. Yo di razón desto al duque y me offreccí a la parte de diligencia que en ello me cupiesse, y di avisos25 de los repartimientos cómo se podrían hazer con commodidad y del modo que se ternía26 para que no huviesse necessidad de gastar dineros en esta repurgación, y hale aggradado al duque conociendo quán importante cosa es esto para toda la Iglesia.27 [12] Y está començada la trattación desto, que entiendo bien será una de las cosas digníssimas del nombre y providencia de Vuestra Magestad28, allende del servicio de Dios que de aquí resultará. Creo que el duque dará cuenta desto a Vuestra Magestad29 y será obra de Vuestra Magestad30 el animarle a que lo concluya y effettúe.
[13] El ottoño passado començé a hazer visita por las librerías de las abbadías destos Estados, y hallé mucho destroço hecho en libros originales, que por negligencia se havían perdido y vendido a libreros y enquadernadores en estos años passados y estos eran en todas facultades, y cada día se disminuían más. Y entendí del ingenio de la gente de por acá que si le pidiesse alguna persona grave un solo libro, el menor de todos, comprado o prestado, no lo darían pensando ser algún grande thesoro, y por otra parte vi que havían vendido o perdido grandes pieças de buenos autores. [14] Acordé diferir el cumplimiento de la visita hasta hazer una diligencia, que no me ha succedido mal, de que el duque está muy contento, y fue dissimuladamente embiar a los libreros comarcanos de los monasterios para que [f. [3r]] comprassen todo lo que pudiessen de libros originales en pargamino31, porque desta manera havríamos algunos para la librería real que Vuestra Magestad32 instituye en Sant Lorenço, y ansí me han traýdo buena summa dellos en tan buen precio, que si yo comprara tres dellos de las mismas abbadías me costaran más. Hanme traýdo cosas de provecho y otras que no sirven más de para pargamino33 viejo, porque yo di orden a que se comprasse todo.34 Y lo que no es de provecho lo doy a los impressores en el mismo precio casi, porque yo lo he comprado de manera que los buenos me salen baratíssimos. También he hecho traer a mi posada los libros que hallé en Austrat35, que algo valían.
[15]De París me escrivieron los días passados embiándome lista de unos libros griegos que se vendían originales, si los quería haver para Vuestra Magestad36 y la nota de los precios con ellos. Y porque yo no puedo suffrir que el rey compre más caro que sus vassallos, y por esto he procurado siempre comprar en mi nombre, respondí que no eran muy necessarios aquellos libros a Vuestra Magestad37, empero que yo los tomaría como un estudiante particular y pobre, si me los davan en la tassa que les embié38, como yo los havía comprado en Venecia y en Trento y en otras partes. [16] Y escriví a un amigo que hiziesse diligencia en havérmelos y pagarlos por mí, y plugaplugo a Dios que me los huvo en menos de sesenta scudos, haviéndome pedido más que ciento y veinte. Yo los estoy sperando que me vengan de París. Venidos, los haré enquadenar al modo de los demás que para la librería de Vuestra Magestad39 enquaderno, porque aquí se haze esto bien y en buen precio,y embiaré la lista de todos los originales que tengo, ansí griegos que compré el año passado de Andrea Griego que traýa de Venecia para Inglaterra, como latinos que he havido destas abbadías.
[17] También he hecho traer de Alemania, de Francafort y de León y de París buena copia de libros impressos para el enriquecimiento de la librería de Vuestra Magestad40, los quales también hago enquadernar. Espero en Dios hará Vuestra Magestad41 un grande thesoro en esta materia de tanto lustre y provecho.
[18] Servicio de Vuestra Magestad42 y provecho grande sería de la librería que Vuestra Magestad43 mandasse hazer en la librería misma una pieça aparte o atajada con muro o con rexa de madera, que fuesse como thesoro de los libros originales, porque aquellos han de servir por exemplares perpetuos y por piedras de toque de la verdad, y no es necessario que estén [f. [3v]] en la communidad de los otros que han de estar expuestos al uso de todos los que quisieren estudiar en ellos. Y estando ansí guardados, serán más estimados en el monasterio y con más curiosidad consultados de las personas doctas que dellos se quisieren approvechar44, y libres del peligro que suelen tener semejantes originales, que o los hurtan los que saben qué valor tienen, o los moços los despedaçan por quitarles las illuminaciones, o para el uso del pargamino45 los deshojan46. [19] Yo tengo originales que valen más de mill escudos, y no los daría yo por ningún precio para ser quito dellos. Son hebraicos, griegos, chaldeos y latinos. Y los tengo mandados en mis testamentos a la librería de los originales de Vuestra Magestad47. Con una mediana pieça que se appartasse en la librería hasta doze coddos48 en quadro, o a proporción desto, bastaría. En las librerías de Italia tienen los libros raros en caxas con llaves, cada uno49 en su caxa.50 Y ansí hazen más venerable la auctoridad del libro.
[20] Por ser forçado Gerónymo de Curiel de ir a España a entender en sus negocios con Bernui, no puede concluir la suma que Vuestra Magestad 51 le ha mandadoa prestar a Plantino para la52 impressión53 desta santa obra, y para que consiguientemente yo vaya comprando los libros para la librería, y parando esto, se haze muy grande daño54 a Plantino, y la obra se detiene; por servicio de Vuestra Magestad55 y buenandança de la obra, he rogado a un amigo mío, vassallo de Vuestra Magestad56, de Córdova, que bive aquí en Anvers, que tome con commodidad la resta que no puede ya tomar Curiel, y él lo haze de muy buena voluntad, porque es muy hombre de bien y affecionadíssimo57 al servicio de Vuestra Magestad58, y muy erudito en letras y lenguas, y según opinión pública, el más sano desta bolsa.59 En la commodidad del tomar estos dineros60 será Vuestra Magestad61 tambiéntam bien servido como del que mejor lo pueda y sepa hazer. Llámasse Fernando de Sevilla. A Vuestra Magestad62 supplico mande a su thesorero cumpla las cédulas que se le libraren por el dicho en esta razón con carta mía.
[21] De lo que en Roma se hazía en corrección de la traductión Vulgata me han embiado la parte que estava hecha para que la ponga en el apparato que se añide63 a esta [f. [4r]] de Vuestra Magestad64. Empero es casi nada todo, aunque lo embiassen acabado, en comparación de la mucha diligencia que acá ponemos en esto y otras cosas. Y en un mes se haze aquí más que en Roma en un año, como ellos mismos lo confiessan. Por la relación que antes me havían dado el patriarcha de Aquileia, que Dios tenga en su gloria, y el cardenal Granvela bien coniecturava65 yo que no era mucha cosa. Toda vía les escrivo que hagan quanto más pudieren, que mano puesta ayuda haze. Empero yo sé que nunca acabarán, y quando acabaren en un quaderno al fin de la obra puede yr todo ello.