[1] Haviéndome Vuestra Excelencia mandado que yo diesse mi parecer acerca de la institución de cáthedra perpetua de Mathemáticas en Lovaina, digo brevemente que, dexando aparte los loores de aquella facultad (porque1 ansí por ser la más cierta de quantas humanamente se pueden saber, y la más delicada y que más aviva y despierta los ingenios, como también por ser de las más necesarias que hay para el uso de la architectura y fortificación y para todo género de vida política, los príncipes y gente noble se afficionan principalmente a ella, y se deleitan mucho con el exercicio de lo que della alcanzan y la saben alabar con verdadero testimonio),2 en quanto al favorescerla y confirmarla, tendrá Vuestra Excelencia grande razón, y hará obra digna de sus propósitos en instituir en aquella universidad una lección real destas artes y dotarla de competente salario, porque3 uno de los lugares en donde se han illustrado mucho las mathemáticas ha sido Lovaina en tiempo del emperador padre del rey cathólico nuestro señor, el qual estatuyó allí dos personas principales: el uno fue Gemma Frisio, criado suyo, doctíssimo varón en la teórica destas disciplinas, y el otro Gerardo Mercator, aventajado en hacer los instrumentos, y al Gemma honró mucho, y lo entretuvo muy favorablemente, y este escribió mucho y muy bueno en aquella facultad, cuyo hijo vive al presente en aquella universidad, no menos docto que el padre en la misma facultad, como se vee por las obras que ha compuesto, por su auctoridad y nombre, y también glosando y declarando lo que el padre escribió. [2] También vive allí un sobrino del mismo Gemma que se dize Gualtero Arsenio, que haze los más acertados instrumentos de astrología y los más acabados que yo he visto jamás, ni creo que los hace hombre mejores en Europa. Ansí que aquella universidad tiene estas dos buenas prendas y testigos de lo que ella aprovecha en las mathemáticas y, estando falta de cáthedra dellas con salario honesto que pueda entretener otro tal hombre como a Gemma o su hijo, padece grande falta de su entereza.
[3] En lo que toca a instituir cáthedra o lección de lengua española, allende que toda commodidad de aprender y saber es digna de favor, particularmente lo es esta en estas tierras, donde los naturales son sugetos al rey de España, y han de ser governados por ministros españoles los más principales dellos, con los quales han de tener tratto e intelligencia todos los otros ministros de la república y todo el pueblo. Y después del hecho de la religión no hay cosa que más concilie los ánimos de los hombres de varias naciones en amistad y conversación, y que más los domestique y afficione a imitar y seguir las costumbres de los que los rigen, que la unidad y conformidad de la lengua, cuya ignorancia los enagena, y tiene en sospecha a los unos de los otros, como los sordos, que siempre se recelan y sospechan mal de las palabras que se hablan delante de ellos que no entienden bien. [4] Esta fue una de las cosas que principalmente procuraron los romanos para confirmar su imperio en la tierra y conciliarse los hombres de todas las naciones, ordenando que por todas partes, o de uso, o de lección, se exercitasse la lengua latina, y tanto pudieron y executaron en esta parte, que a muchas naciones trocaron sus antiguos lenguajes en la suya latina, como a franceses y españoles, que todos vinieron a hablar latín o palabras las más dellas latinas, como hasta hoy permanecen, aunque se corrompió después por los bárbaros la pureza dellas; y a otros que no fueron tanto tiempo sugetos y vasallos suyos, con todo eso les pegaron tanta afección a su lengua que hasta este tiempo la han conservado entre los mejor instituidos dellos, deprendiéndola por arte. [5] Y puesto que muchos en Flandes saben lengua española por conocer la necesidad que tienen della ansí para sus cosas públicas como para la contratación, con todo esto la estimarán más viendo que el rey y sus príncipes y ministros la estiman y han en grado que se deprenda, y será más fácil de aprender teniendo en su tierra arte y lección della, y en menos tiempo se sabrá, y con menor incommodidad que yendo a España a solo esto. Y pues la francesa, con ser más familiar y más vecina, está honrada y ayudada con lección para ello instituida, y por ver que la estiman tanto la pretenden todos entender y hablar, más razón será que la española se favorezca y ayude por serles a los desta tierra más propria la conversación con los españoles que con los franceses a causa de tener un mismo señor y rey. [6] Siendo Vuestra Excelencia servido de instituir lección de nuestra lengua, y mandándomelo, diré mi parecer acerca del modo que se puede tener para que se favorezca y deprenda y ejercite la lengua, y los libros que se han de leer con ella, quáles serán para mejor conseguir el fin.
[7] Otra cosa entiendo será también de grande importancia a mi parecer para el buen curso de los ministerios ecclesiásticos en esta tierra, y es que Su Magestad entre un buen número de estudiantes, hijos de criados suyos, que sustenta en el collegio que ha instituido en Alcalá, sustentasse por lo menos una media dozena de hijos también de sus criados o de personas nobles destos Estados en Alcalá en los estudios de Teología, y otros tantos en Salamanca en la facultad de Derechos, porque4 estos, allende que, con criarse en su juventud en España por ocho o diez años, tomarían affición a la tierra y a la nación, cogerían también algo de la gravedad de las costumbres de España y del aborrecimiento de algunos vicios que allá son muy odiados y acá muy seguidos, y afficionarse ían5 a la manera del gobierno temporal y espiritual de allá, y destos saldrían algunos conocidos aptos para los ministerios ecclesiásticos y seglares, que después acá fuesen más leales y inclinados al rey de España y los españoles, porque6 siempre se afficionan7 los hombres a la región donde estudiaron. [8] Y lo mesmo se podría hazer enviando acá algunos de los hijos de criados de Su Magestad en cierto número, que estudiasen en Lovaina, de los quales quedarían algunos escogidos para ministerios que de razón se havrán de encomendar antes a españoles que a otras personas. Y placiendo esto a Su Magestad y a Vuestra Excelencia se trattaría después de las qualidades que los unos y los otros havían de tener, y el orden que se devría guardar en su institución.
[9] Con esta envío a Vuestra Excelencia dos pruebas de las Hours: la una de la marca que mi señora la duquesa embió, y la otra de la manera que conviene para aquella letra. No es el papel bueno ni van perfectas más que para probar cómo salen. De la una y de la otra manera se imprimen en pargamino dos ejemplares para Vuestra Excelencia y dos para mi señora la duquesa; será cosa rara. Las imágenes no se pueden imprimir hasta que la letra esté seca y assentada, que será ocho días después de impresa la letra; empero para que se vea el orden, se imprimieron dos en esas pruevas sobre mojado. Sobre el pargamino asienta la letra extremadamente. No alçará Plantino la mano dellas hasta acabarlas, plaziendo a Dios.