Nota: 1 Juan de Ovando (ca. 1514-1575), descendiente ilegítimo de una familia de la nobleza rural cacereña, se licencia en derecho civil en Salamanca hacia 1551, donde imparte clases. En 1556 fue nombrado provisor general de arzobispado de Sevilla que ocupaba Fernando de Valdés. En 1564 afrontó un nuevo puesto como reformador de la Universidad de Alcalá. En diciembre de 1566 pasó a ser miembro del Consejo Superior y General de la Inquisición. El 28 de agosto de 1571 Felipe II lo nombra presidente del Consejo de Indias, cargo que compagina a partir de 1574 con la presidencia del Consejo de Hacienda. Véase para más información biográfica el extenso capítulo de Macías,
Correspondencia con Ovando, pp. 25-68. Con fecha de 4 de agosto de 1569, Juan de Ovando envía por carta una memoria de «instrumentos, descripciones, pinturas y libros que me ha de mandar de Flandes el s[eñ]or Benito Arias Montano». Entre otros objetos de astronomía, Ovando solicita a BAM «Dos globos, celeste y terrestre, los mejores que se hallaren, cumplidos de sus instrumentos y con el varniz que suelen traer por el polvo, con peannas y encaxes muy galanes, y los autores que huvieren scripto del uso d’ellos en un cuerpo»; cf. Macías,
Correspondencia con Ovando, p. 187.
Nota: 2 Pedro Juan de Lastanosa nació en Monzón (Huesca) en 1527. Pasó su infancia en su villa
natal, donde fue formado junto con sus hermanos por un clérigo tío suyo, monsén Pedro
de Lastanosa, quien también se haría cargo del joven a la muerte de su padre. Pedro
Juan destacó en el aprendizaje de las letras y de las ciencias, según el testimonio
de su hermano Baltasar. Fue discípulo del afamado cosmógrafo e ingeniero de Carlos
V, Jerónimo Girava, quien impresionado por las cualidades del joven Lastanosa acabó
adoptándolo como discípulo. De este modo vemos a Lastanosa vinculado desde su juventud
al círculo científico de la Corte y obteniendo el tipo de formación maestro-aprendiz
usual en la época. Acompañando a su protector Jerónimo Girava, Lastanosa partió hacia
Flandes en 1553, a los veintiséis años de edad. Allí debió conocer a geómetras, científicos
e ingenieros flamencos, de los que no solo adquirió conocimientos técnicos, sino también
la doctrina erasmista que le caracterizaría el resto de su vida. Durante esta estancia
en Bruselas, ayudó a su maestro a traducir del latín los dos primeros libros de la
Geometría práctica de Oroncio Fineo. Estando en Flandes en 1556, Girava y Lastanosa
recibieron la orden de marchar a Nápoles para asesorar al virrey en asuntos de ingeniería
hidráulica, particularmente en la corrección del deficiente abastecimiento de agua
de la ciudad. Después de una prolongada estancia en Italia, y en consideración a la
experiencia que había adquirido, Felipe II lo llamó en 1563 a su servicio. Su cargo
era de maquinario y maestro mayor de fortificaciones, trabajo por el que se le asignó
un salario de 300 ducados anuales. Como maquinario debía examinar todo lo relativo
a ingenios y máquinas dependientes de la Corona (norias, molinos, maquinaria para
la construcción, acueductos, puentes, acequias, etc.) Como maestro de fortificaciones
estaba vinculado al Consejo de Guerra; cf. N. García Tapia – J. Carrillo Castillo,
Tecnología e Imperio. Ingenios y leyendas del Siglo de Oro. Turriano, Lastanosa, Herrera,
Ayanz (Madrid, 2002). Lastanosa estaba especialmente unido a BAM, quien habla del aragonés
en sus cartas como de un amigo bastante cercano. Durante los primeros años de BAM
en Amberes existe un importante flujo de mercancías entre ellos, y así lo recogen
los libros de cuentas de Plantino. Además, parece que Lastanosa tuvo poder para cobrar
las rentas del frexnense mientras este estuvo en Flandes; al menos en 1569 BAM pedía
a Zayas que Lastanosa le enviara «dineros los que estuvieren cobrados míos ahí en
corte» (cf. 1569 04 06). Y el 19 de agosto de 1575, BAM apesadumbrado por el impago
de unos créditos que había solicitado, se dirige a Zayas desde Roma suplicándole que
encomiende a Lastanosa este asunto, y de camino le haga entrega de una carta para
Ovando (cf. 1575 08 19). Por otro lado, el círculo familiar de BAM en Sevilla respaldó
al aragonés para poner en marcha uno de sus inventos consistente en un molino de pesas
que este había creado y para el que el rey le había concedido en 1569 un privilegio
para explotarlo en todos los reinos de España por un período de cuarenta años; cf.
Gil,
Arias Montano en su entorno, pp. 114-115. Lastanosa mantuvo una relación epistolar con BAM durante la permanencia
de este en Amberes y Roma, relación que podemos atestiguar no solo por las referencias
que nos ha dejado BAM, sino que además entre las pertenencias que Lastanosa dejó a
su muerte, ocurrida en 1576, aparecía «ottro legajo quel título dél dize cartas para
Montano». Por ciertos documentos notariales sabemos que BAM se había convertido en
un acreedor bastante importante de Lastanosa; así reza en el Archivo Histórico de
Protocolos de Madrid, protocolo 1275, fº 319r: «y más setenta ducados que valen veynte
y seis mill y çiento y ochenta maravedís que lestán cargados por el valor de un collar
de oro questava enpeñado en ellos, los quales se pagaron los treynta y ocho dellos
al dotor Arias Montano y los treynta y dos restantes a doña María Gaytán, muger del
maese de canpo Julián Romero, a quienes se devían los dichos dineros», y más adelante,
en el folio 319v: «y más ciento y onze mill y trezientos y veinte y ocho maravedís
que por mandamiento del licenciado Pérez de Salazar dio y pagó a Alonso Ruiz en nombre
del dotor Arias Montano a quien se devían de los bienes y hazienda del dicho Lastanosa».
Asimismo sabemos por ese mismo protocolo, ff. 312r y 316r, que tras el fallecimiento
de este, el polígrafo adquirió algunos objetos preciosos que le habían pertenecido.
En concreto, BAM compró un jarro, un salero y cucharas de plata que habían pertenecido
a Lastanosa por setecientos sesenta y un reales (cf. A. Alvar Ezquerra y F. Bouza
Álvarez, «La librería de don Pedro Juan de Lastanosa en Madrid (1576)»,
Archivo de Filología aragonesa, 32-33 (1984), 101-175). Sobre Lastanosa véase también la entrada biográfica de N.
García Tapia, «Pedro Juan de Lastanosa», en Real Academia de la Historia,
Diccionario Biográfico electrónico (en red,
https://dbe.rah.es/biografias/21263/pedro-juan-de-lastanosa).
Nota: 3 Se trata de la relación que editamos a continuación de esta carta.
Nota: 4 La placa o stuferus (abreviado en st.) es junto con el florín (abreviado en fl.) la
moneda de cuenta más usada en los Países Bajos. Veinte placas equivalen a un florín.
Otras monedas también en uso son el ducado, equivalente a dos florines, y el escudo,
que vale dos florines hasta 1578 y dos y medio o tres a partir de esa fecha.
Nota: 5 Esa relación de las descripciones geográficas no se ha conservado entre la correspondencia
recibida por Ovando, aunque han quedado testimonios de que efectivamente la recibió.
Así pues, en la memoria que el cacereño le envía a BAM junto con su carta del 4 de
agosto de 1569 le encarga: «Todas las descriptiones y mapas stampadas y puestas en
lienço que a v
uestra m
erced pareziere y contentaren…». En Amberes BAM tuvo ocasión
de hacerse con toda suerte de mapas antiguos y modernos; y de hecho en la contabilidad
de Plantino han quedado registradas algunas de esas compras de mapas por parte de
BAM (cf. Hänsel,
Benito Arias Montano. Humanismo y arte en España, p. 213). Pero otros muchos fueron obsequio de su entrañable amigo el cartógrafo
Abraham Ortelio, quien, una vez que BAM abandona definitivamente la ciudad del Escalda,
se preocupa de ir enviándole a través de Plantino sus nuevos trabajos y de mantener
actualizado el ejemplar de su
Theatrum orbis terrarum que le había regalado años antes. Algunos de esos mapas de Ortelio eran auténticas
obras de arte decorativo, como la
Veteris Hispaniae descriptio que preparó para el
Parergon, dedicada a BAM, y por la que este sentía una especial predilección. Se trataba de
dos láminas con el mapa de la España antigua montadas en tela y coloreadas, según
podemos deducir de la carta de Arias Montano a Ortelio, fechada a 3 de enero de 1590:
«ex quo Hispaniae tabellam telae adiunctam coloribusque eleganter distinctam» (cf.
Macías, «Correspondencia con Abraham Ortelio», pp. 551-572).
Nota: 8 Debe ser Dover, importante puerto de relaciones con Irlanda durante los siglos XIII
y XIV.
Nota: 9 Traducción: «lugares en los que he visto muchas cosas dignas de conocerse, las cuales
con el mayor deleite espero poder compartir algún día con los amigos y relatarles
los muchos peligros que he enfrentado, de todos los cuales me ha sacado la ayuda divina
y la providencia».
Nota: 10 La venta de instrumentos matemáticos y de astronomía formaba parte del negocio de
Plantino, quien entre 1557 y 1588 comercializó los globos terrestres y celestes de
Gemma Frisio, así como los instrumentos de astronomía que este profesor de Lovaina
había diseñado y fabricado con la colaboración de sus sobrinos, especialmente de Gualterio
Arsenio, de quien BAM llega a afirmar «que hace los más acertados instrumentos de
astrología, y los más acabados que yo he visto jamás, ni creo los hace hombre mejores
en Europa» (cf. 1570 05 18). Asimismo, entre los años 1566 y 1576 Plantino disfrutó
del monopolio para todos los Países Bajos de los mapas y globos de Mercator, los cuales
fueron difundidos por todo el mundo gracias a las vastas relaciones comerciales de
Plantino (cf. F. de Nave, «Christophe Plantin et les sciences exactes de son temps»,
en
Simposio Internacional sobre Cristóbal Plantino (Madrid, 1990), p. 32). BAM cultivó desde su infancia la afición por la Astronomía,
ciencia de moda en su tiempo, en la que lo había iniciado su padre (Arias Montano,
Rhetorica, IV, vv. 623-626) y que debemos suponer, a tenor de los testimonios, que también compartía
Juan de Ovando, para quien nuestro biblista adquiere algunos de esos instrumentos.
De hecho, en la contabilidad de Plantino se registran varias compras de este género
por parte de BAM, de las cuales una parte era con seguridad para encargos de sus amigos
(cf. Hänsel,
Benito Arias Montano. Humanismo y arte en España, p. 223).
Nota: 11 Reinerus Gemma Frisius, nació el 8 de diciembre de1508 en la ciudad holandesa de Doccum,
en la región de Frisia, de donde adoptó su segundo apellido. Estudió medicina en Lovaina
y allí se establecerá definitivamente hasta su muerte, ocurrida el 25 de mayo de 1555.
En Lovaina ejerció como médico y enseñó en la Facultad de Medicina. Obtuvo un gran
prestigio como matemático y, en particular, gozó del favor del emperador Carlos V.
En 1529 publicó en Amberes una edición de la
Cosmographia de Apiano, en cuya segunda edición, corregida y ampliada (1533), introdujo un capítulo
en el que por vez primera se explica el método de triangulación para levantamientos
topográficos de manera completamente acorde con los métodos de la topografía moderna.
El instrumento descrito por Gemma Frisio consistía en un astrolabio modificado que
incorporaba un compás. Con ello se posibilitaba la recogida de los datos necesarios
para levantar mapas exactos. Su obra
De principiis astronomiae et cosmographiae (Amberes, 1530) fue traducida a distintos idiomas y reeditada varias veces. Gemma
Frisio diseñó esferas e instrumentos astronómicos que disfrutaron de una gran acogida
en toda Europa. Además, fue el primero en sugerir la utilización de relojes o cronómetros
para la medición de la longitud en el mar (1553), idea que solo pudo llevarse a la
práctica con fiabilidad tras el desarrollo de los instrumentos ópticos y de cronómetros
exactos y fáciles de transportar. Entre los múltiples instrumentos diseñados o construidos
por Gemma Frisio se cuentan esferas celestes y terrestres, ballestillas, anillos
astronómicos, astrolabios y cuadrantes solares y náuticos, todos ellos de prestigio
reconocido. La admiración que BAM siente por Gemma Frisio, para quien no escatima
elogios, lo mueve a recomendar a su hijo Cornelio Gemma ante el duque de Alba para
una plaza de profesor de Medicina en la Universidad de Lovaina. (cf.
Codoin, pp. 141, 153, 159-160; Carvajal, «Elogio histórico», pp. 155-156). Una biografía
sobre este personaje puede leerse en F. Van Ortroy,
Bio-bibliographie de Gemma Frisio, fondateur de l’École Belge de Géographie, de son
fils Corneille et de ses neveux les Arsenius (Amsterdam, 1966).
Nota: 12 Juan de Vargas (nacido en 1517) fue hijo del licenciado Francisco de Vargas e Inés
de Carabajal y Camargo. Estudió derecho en la Universidad de Salamanca, en donde fue
colegial del Mayor del Arzobispo. Después pasó a Oidor de la Chancillería de Valladolid
y regente del Consejo de Italia. Tras dejar España perseguido por la justicia, se
instaló en los Países Bajos, donde encontró la protección del duque de Alba. Fue miembro
del Consejo de los Tumultos, conocido también como Tribunal de la Sangre, que fue
instaurado por el duque de Alba en 1567 para juzgar a los rebeldes y atajar la revuelta,
siendo uno de los tres consejeros que tenían voz y voto, junto a Luis del Río y a
Jerónimo de Roda, y sin duda el que mayor influencia ejercía sobre el duque de Alba.
En pago a sus servicios el duque intentó anular los pleitos pendientes contra él,
uno de los cuales le acusaba de haber violado a una pupila, e incluso lo recomendó
para una plaza en el Consejo de Estado de los Países Bajos; cf. W. Maltby,
El gran duque de Alba. Un siglo de España y de Europa, 1507-1582 (Madrid, 1985), pp. 187-188. En 1572 se ordenó a Juan de Vargas sacar de los Países
Bajos los valiosos libros y manuscritos adquiridos por BAM para El Escorial y transportarlos
a Milán, empresa finalmente suspendida (cf. nº [1572 11 01]). Tras la furia española
de finales de 1576 Vargas informó negativamente de las impresiones de Plantino para
el gobierno local: «Está corrompido por completo; se dice que imprime en su taller
toda clase de libros heréticos y que pone gran cuidado en ellos, como en la impresión
de la Sagrada Escritura»(citado en Clair,
Cristóbal Plantino, p. 190). Cf. J. A. Álvarez y Baena,
Hijos de Madrid, ilustres en santidad, dignidades, armas, ciencias y artes, 4 vols. (Madrid, 1789-91), en
ABEPI, I 987, 252-254; J. Versele, «Juan de Vargas», en Real Academia de la Historia,
Diccionario Biográfico electrónico (en red,
https://dbe.rah.es/biografias/70276/juan-de-vargas).
Nota: 13 En la donación, fechada a 1 de marzo de 1597, que BAM hace a Pedro de Valencia y a
Juan Ramírez menciona tres astrolabios: «uno latino grande, muy rico», que debe ser
el que refiere en esta carta,«e otro hebraico y otro arábico». Seguramente los tres
fueron comprados durante su estancia en Flandes. Su colección de instrumentos de astronomía
incluía además «una esphera de metal con su pie fijo. Un glovo çeleste de plata con
su pie fijo e arçillos dorados. Dos glovos grandes, çeleste y terrestre, de Gerardo
Mercátor. Otros dos glovos pequeños de Genma Frigio, con sus caxas de madera»; cf.
Gil,
Arias Montano en su entorno, p. 289.
Nota: 14 D. Diego Fernández de Córdoba, tercer marqués de Comares, señor de Espejo y Lucena.
Fue gobernador de las fuerzas de Orán y Mazarquivir. Casó con doña Juana Folch de
Cardona y Aragón, duquesa de Cardona. D. Diego de Córdoba es uno de los asiduos personajes
del cortejo que rodea al rey, y en ese papel quedó inmortalizado en la comedia de
Pérez de Montalbán
Segunda parte del Séneca de España. El personaje D. Diego que aparece allí no es otro que el marqués de Comares, quien
se sorprendía tanto en la ficción teatral como en la vida real de que el rey pasara
tanto tiempo entre papeles sin preocuparse por su propia salud.
Nota: 15 Melchor de Herrera nació en Madrid en 1524. Tercer hijo del alcalde de casa y corte
Fernán Gómez de Herrera, tras la muerte de este marchó a Italia hacia 1550. En Milán
lo encontramos años más tarde bajo las órdenes del duque de Sessa, capitaneando en
1559 una compañía de caballería ligera de 102 soldados. De vuelta en Madrid, Melchor
de Herrera buscó el favor del partido ebolista. Quizá gracias a la recomendación del
duque de Sessa pudo arrimarse y ganar la confianza de Ruy Gómez de Silva, al tiempo
que se convertía en hombre de negocios y culminaba su encumbramiento económico y social.
En 1565 fue elegido para ocupar la dirección de la Tesorería General de la Corona
de Castilla. En diciembre de 1572 adquirió las villas de Auñón y Berninches, con sus
vasallos y jurisdicción, hasta entonces pertenecientes a la Orden de Calatrava. Su
salida de la tesorería general, en marzo de 1575, tuvo lugar cuando se cernía la posibilidad
de la suspensión de pagos. Juan de Ovando, que desde principios de 1574 ejercía de
presidente del Consejo de Hacienda, aunque no contara con el título pertinente, habiendo
advertido que la integridad y fidelidad de Auñón no eran completamente de fiar, afirmaba
que no era el hombre adecuado para ocupar tan importante oficio, y si bien estimaba
conveniente apartarle de la Tesorería, también creía Ovando oportuno que continuara
como miembro del Consejo de Hacienda. Las murmuraciones y sospechas sobre la integridad
de Auñón acabarían desembocando en un dilatado procesamiento que el propio Herrera
fue demorando año tras año hasta 1585 a fuerza de hacer donaciones a las arcas reales
y préstamos poco ventajosos para sí. La pérdida de influencia fue aparejada los últimos
años de su vida a una fortuna menos favorable, quizá agravada por la desmedida afición
a los naipes, como demuestran las disposiciones sobre la venta de bienes muebles que
fue añadiendo a su testamento sucesivamente hasta su muerte acaecida el 20 de febrero
del año 1600. Cf. Martínez Millán,
La corte de Felipe II, pp. 381 ss.
Nota: 16 Son constantes en la correspondencia de BAM los encargos de obras de arte para Juan
de Ovando, Luis Manrique, Zayas, Treviño, Lastanosa, Diego Díaz Becerril, Luis de
Velasco, Sebastián Santoyo y otros (cf.
Codoin, pp. 128, 134, 291, 295 y 298). Recordemos además que BAM estuvo en contacto con
numerosos artistas flamencos que mantenían relaciones comerciales con Plantino. Algunos
de ellos colaboraron con nuestro propio humanista en la ilustración de sus libros,
llegando a entablar una buena amistad, como es el caso del pintor antuerpiense Pieter
van der Borcht, quien traza los frontispicios para la Biblia Políglota y dibuja las
ilustraciones para los
Monumenta humanae salutis. Asimismo gozó de la amistad de otro pintor originario de Malinas, pero afincado
en Amberes, Crispín van den Broeck. En la contabilidad de Plantino (MPM, Arch. 16)
se registran cuatro pagos a este pintor por cuenta de Montano. Pero, sin lugar a dudas,
la colaboración más estrecha tuvo lugar con el grabador Philips Galle, con quien preparó
entre 1572 y 1575 varias series de grabados (
Virorum doctorum de disciplinis benemerentium effigies;
Diuinarum nuptiarum conuenta et acta; Christi Iesu uitae admirabiliumque actionum
speculum; y
Dauid).
Nota: 17 El 23 de febrero de 1569 aparece registrado en el libro de cuentas de Plantino (MPM,
Arch. 16, ff. 34 y 88) que BAM compró una «sphere du cuivre de Gemma», por cuyo pedestal
se hace un pago el 8 de marzo a un ebanista de nombre Jan (cf. Hänsel,
Benito Arias Montano. Humanismo y arte en España, p. 223).
Nota: 18 Doña Mariana de Córdoba, esposa de D. Fadrique Enríquez de Ribera, marqués de Villanueva
del Río, era hija de D. Pedro Dávila, primer marqués de las Navas, y de D.ª María
de Córdoba. BAM siente debilidad por esta señora a la que le une una estrecha amistad
y en cuya casa parece haberse hospedado por algún tiempo (cf. 1569 07 09).
Nota: 19 Guy Le Fèvre de la Boderie, poeta y filósofo francés, colaborador de la Biblia Políglota
especializado en lenguas orientales. Nació en el castillo de la Boderie (Normandía)
el 9 de agosto de 1541. Sus comienzos son mal conocidos; después de su etapa en Falaise,
se marcha a Caen, a París, a Lyon y a Mâcon. Pero más significativos que sus itinerarios
son sus etapas intelectuales: frecuenta asiduamente círculos poéticos durante su infancia;
estudia matemáticas en su adolescencia; se decanta por el estudio de la filosofía
y las lenguas orientales en su madurez. El encuentro con Guillermo Postel hacia finales
de 1562 será determinante para su formación como orientalista, en hebreo, sirio y
árabe; así como para la temática de toda su obra poética posterior. En el Collège
de France, donde es discípulo de Postel, muy pronto se convierte en su alumno predilecto.
Y por recomendación suya se marchará a Amberes, con su hermano menor Nicolás, para
ayudar a BAM con la Políglota (1568-1572). Más tarde fue secretario y traductor de
Francis, duque de Anjou y Alençon. Después de la muerte del duque se retiró a Normandía.
Entre sus trabajos recogidos en la Políglota debemos mencionar su traducción latina
del Nuevo Testamento sirio, el diccionario siro-caldaico, colaboró igualmente en la
revisión de la traducción que Santes Pagnino hizo del Antiguo Testamento, ayudó a
los censores de Lovaina a revisar el Nuevo Testamento completo, así como otros trabajos
de menor importancia. Cf.
Dictionnaire des lettres françaises publié sous la direction de Mgr. G. Grente. Le
16me siècle, 1951, pp. 436-437; A. Cioranesco,
Bibliographie de la littérature française du seizième siècle (París, 1959), p. 421;
GC, I, 63 y 367.
Nota: 20 Plantino contaba con un notable equipo de colaboradores entre los que se hallaban
los correctores asiduos en su casa, Cornelio Kiel, Antonio Spitaels y Teodoro Kemp,
quienes iban a trabajar en la corrección de la Políglota bajo la dirección de Francisco
Rafelengio, que acababa de convertirse en yerno de Plantino el 23 de junio de 1565.
Rafelengio, que dominaba todas las lenguas bíblicas, había dirigido ya la edición
de la Biblia hebrea de 1566. Además dos doctores de Lovaina, Agustín Huneo y Cornelio
Reyneri de Gouda, junto con el licenciado Juan Willems Harlemio, versado en lenguas
orientales, se encargarían de examinar los textos antes de imprimirlos, en calidad
de censores nombrados por la Facultad de Teología de dicha universidad. Estos profesores
desempeñaron con tanto celo su trabajo, que serían considerados auténticos colaboradores
de la Políglota. Y de hecho, Harlemio en colaboración con Guy Le Fèvre verificó palabra
por palabra la versión siria del Nuevo Testamento durante tres meses, según lo declara
el propio Le Fèvre en el prólogo al volumen quinto.
Nota: 21 Plantino había ido reuniendo desde tiempo atrás los caracteres apropiados para una
obra de esta índole. En diciembre de 1566 escribía a Zayas que había estado adquiriéndolos
«a costa de tantos trabajos y dineros que ya no podía ponerles precio». Esos caracteres
hebreos a los que BAM se refiere en esta carta fueron obra del famoso creador parisiense
Guillermo Le Bé. Se trata de unas matrices mayores que no aparecen en el
Index Characterum que publicó en 1567; pero tampoco los registros plantinianos mencionan esta compra.
Sin embargo, en un album de caracteres de G. Le Bé, acompañado de notas autógrafas
del grabador, que se conserva en la Biblioteca Nacional de París, se puede leer al
frente de una plancha de muestra la siguiente anotación: «Ceste glose faicte à Paris,
1574, par moy, est la 14e lettre, et le texte fait sur l’eschantillon de la précédente
pour la grosseur, mais d’un meilleur art. Et du présent a esté imprimée la Grande
Bible de Anvers par Plantin, auquel j’en vendis une frappe». Para los tipos menores
de hebreo, que se emplearían en las paráfrasis caldaicas y en la transcripción del
texto sirio, utilizó las matrices adquiridas de Cornelio Bomberghen en 1567, tras
la disolución de la sociedad. Cf. Rooses,
Christophe Plantin (Bruselas, 1883), pp. 119-120 y Clair,
Cristóbal Plantino, p. 113.
Nota: 22 Esa forma árabe con el significado de «discípulo» que BAM suele añadir a su rúbrica
a partir de su traslado a Flandes debemos entenderla como una pequeña excentricidad
de orientalista, algo similar al ex libris de su maestro Cipriano de la Huerga. Por
supuesto BAM no llegó a declarar nunca el motivo que lo impulsó a añadir esa coletilla
o el sentido oculto que ello pueda encerrar. Pero, como ha sugerido el profesor Juan
Gil (
Catálogo de la exposición «Arias Montano y su tiempo» (Badajoz, 1998), p. 107) con la perspicacia que le caracteriza para descifrar enigmas,
tal vez la clave podamos encontrarla en la carta que el 31 de mayo de 1571 le escribe
a Gabriel de Zayas: «Vuestra merced me había prometido de excusarme del título del
grado, y hase olvidado; cierto no me cuadra, que aun el de discípulo no merezco, que
hasta esto hago mal, que no deprendo como debría»(cf. 1571 05 31). Y en esa misma
idea ahonda todavía de forma más explícita en otro pasaje de la Epistola dedicatoria
que puso al frente de su primera obra,
Commentaria in duodecim prophetas, en el que declara que había resuelto pasar toda su vida entregado al aprendizaje
y al estudio como un discípulo: «Atque equidem per id tempus mihi tantum meoque animo
prospicere ac sapere cogitabam, ac per omnem prorsus uitam discipulum agere constituebam;
ob eamque rem, ex hominum frequentia remotus, in solitudines discesseram, ubi sacrorum
lectioni librorum assiduam et perpetuam operam darem». En cualquier caso esa licencia
no pasó desapercibida para sus coetáneos, y fue utilizada desde su ignorancia por
León de Castro para acusarlo de firmar públicamente como «rabí» (cf. Carvajal, «Elogio
histórico», p. 83).
Nota: 23 Juan del Caño, amigo de Arias Montano, era natural de Andújar, donde nació en 1521.
Comenzó sus estudios de Gramática en Salamanca siendo discípulo del maestro León de
Castro, a quien sustituye en sus clases de griego, en su casa y probablemente en el
Colegio Mayor de Oviedo. Años más tarde tendrá que enfrentarse a su maestro en varias
ocasiones por la pasión que León de Castro ponía en defender sus opiniones y puntos
de vista sobre las Sagradas Escrituras, y muy especialmente con ocasión del hostigamiento
incansable que el maestro León realizó contra la Biblia de BAMo. Poco después de 1546,
sin salir de Salamanca, Juan del Caño entra al servicio de don Juan de Quiñones. A
comienzos del curso 1550/51 se incorpora a la Universidad de Santiago de Compostela,
donde, según su propio testimonio, leyó cuatro años la cátedra de Sagrada Escritura;
es decir, hasta el curso 1553/54. El 17 de octubre de 1554 tienen lugar sus oposiciones
a la cátedra de Sagrada Escritura de la Iglesia de León. El año de 1560 BAM lo pasó
cumpliendo su año de noviciado en San Marcos de León, y es por entonces cuando el
de Fregenal incluye en sus
Rhetoricorum libri quattuor, IV, vv. 1.065-1.095 un entusiasta elogio del magisterio bíblico de Juan del Caño
poniéndolo por modelo de oradores y eximio biblista. En 1577 Juan del Caño se trasladó
definitivamente a Salamanca para ocupar la prebenda dejada libre en aquella Iglesia
por el maestro Francisco Sancho. Prosiguió entonces su magisterio en la Iglesia y
Universidad de Salamanca y continuó desempeñando su papel de árbitro en las disputas
bíblicas. Murió en 1583, probablemente en Salamanca, donde ejercía por entonces como
profesor de Sagrada Escritura. Cf. G. Morocho Gayo, «Juan del Caño, maestro de biblistas»,
en
Humanismo y pervivencia del mundo clásico. Homenaje al profesor Luis Gil (Cádiz, 1997), II. 3, 1361-1378.