[1] Con desseo y cuydado he estado por saber si vuestra merced tomó las pildorillas y cómo se ha hallado con ellas, porque espero que le yrá siempre bien para los corrimientos, tomándolas de mes a mes todo el tiempo que se sintiere fatigado dellos. Para esto he ordenado que se me haga aquí una poca de aquella massa. de la qual le embiaré, queriendo vuestra merced servirse de usar della. [2] Del ánime embío a vuestra merced con esta un poco de lo muy bueno, que usando vuestra merced del sahumerio tanto como un garvanço de tres en tres noches en la forma que yo mostré a vuestra merced terná para algunos días y se hallará bien con él, mayormente haviendo precedido ya las pildorillas.2 Y, gastado este, yo havré procurado más, plaziendo a Dios.
[3] Como vuestra merced me certificó tan llanamente de la voluntad que conocía en el duque acerca de hazer toda merced a don Rafael Manrique, y más me mostró vuestra merced la suya y affección que tiene a sus cosas y personas de su casa, luego que aquí torné se lo conté y en él hallé toda fe y seguridad que tenía de que vuestra merced le haría qualquiera merced, y me dixo que él desseava aquella plaça de Pavía, y solamente se havía abstenido de trattar della por respetto de Su Excelencia si tuviesse voluntad de hazerla dar a otra persona. Y entendido de mí lo que vuestra merced acerca desto me havía dicho, determinó de yr a besar las manos a Su Excelencia y a vuestra merced, por cuyo medio él tiene cierta esperança de ser siempre bien accommodado.[4] Lo que a mí me cabrá de contento con qualquiera buena andança del señor don Rafael vuestra merced lo sabe bien, pues entiende la obligación que tengo a don Luis Manrique su hermano y la estrecha amistad y compañía que he tenido con don Bernardino Manrique, deán de Granada, desde mochacho en los estudios, alliende de lo que devo al mismo señor don Rafael y de la affición que le tengo por lo mucho bueno que dél conozco, y parte grande dello es proffesar ser servidor y amigo grande de vuestra merced.