[1567]

Benito Arias Montano [Madrid] a Felipe II [Madrid]

1567

METADATOS

Identificador: [1567 00 00]

Íncipit: El thesoro de la doctrina de toda la religión christiana está en la Divina Escriptura…

Manuscritos:

    (C) KBS, Ms. A 902, ff. 6r-7v.

Impresos:

    (E1) Macías, La Biblia Políglota de Amberes, pp. 71-73; (E2) Domínguez, Correspondencia, I, 27-32.

Edición crítica y notas: Baldomero Macías Rosendo

Codificación y edición digital: Antonio Dávila Pérez

RESUMEN

La Biblia contiene el tesoro de la doctrina cristiana y, por tanto, todo príncipe cristiano debe hacer lo posible por respetar, conocer y divulgar el Texto Sagrado. Por ejemplo, Francisco de Francia financió algunas de las ediciones más importantes de la Biblia de su tiempo; y Ptolomeo fue el promotor de la Septuaginta. La oportunidad de publicar una Biblia en cinco lenguas de acuerdo con los últimos avances tipográficos y de Filología bíblica es única. Si Felipe II lleva a cabo este proyecto, hará un gran servicio a Dios y a la Iglesia católica y, al mismo tiempo, aumentará su prestigio y fama, pues su nombre se extenderá por todo el mundo y quedará para siempre ligado a este valioso monumento escriturístico y tipográfico.

COMENTARIO

Aunque no queda constancia del destinatario ni de la fecha de este documento, todo parece apuntar a que se trata de la copia (no autógrafa) del parecer que BAM envía a Felipe II sobre la conveniencia de reeditar la Biblia Políglota Complutense. El Rey, tras recibir la oferta de Cristóbal Plantino a finales de 1566, considera el proyecto y solicita los consejos de algunos doctores y personas diputadas para ello, entre los que se encuentra el de BAM, antes de someter el proyecto a la aprobación decisiva del Consejo General de la Inquisición y de la Facultad de Teología de la Universidad de Alcalá de Henares.

FACSÍMILES

TEXTO Y APARATO CRÍTICO (CON VISUALIZACIÓN DE MARCADO XML-TEI)
    [Anotado en el margen:]
    Del doctor Arias Montano sobre la impressión de la Biblia quinquelingüe.

    Del doctor Arias Montano sobre la impressión de la Biblia quinquelingüe.

    [1] El thesoro de la doctrina de toda la religión christiana está en la Divina Escriptura; y el príncipe que professare christiandad y zelo de la religión deve hazer gran fundamento en que sea venerada y entendida y obedescida en sus reynos; y assí como instrumento para tanto bien la deve favorescer, zelar y adornar con su exemplo y auctoridad, procurando que se afficionen a ella los hombres, haziendo por su parte todo lo possible para este fin; y assí como por defensa della y de su auctoridad, como cosa tan excelente qual es la palabra de Dios, si fuesse menester, avía de poner su estado y persona y hazienda, haziendo de sí y de todo sacrificio a Dios, en defensa de su sancta palabra; assí también en qualquier occasión que se offresciesse de adornarla, o conservarla, o ampliar el uso della, es muy de cathólico rey ser el primero y que más favor y ayuda para tal fin ha de dar. [2] En la misma Sagrada Escriptura están muy encomendados a los reyes los libros de la Ley de Dios,1 y mandado que qualquiera rey, luego que tome la possessión de la corona, haga copiar un traslado para sí, y que él lo lea y lo haga leer todos los días de su vida; y házense grandes promessas y bendiciones al rey que desto tuviere cuydado.

    [3] Dexando aparte lo que muchos reyes zelosos de la religión y christianos, y aun gentiles, cerca desto han hecho, en nuestra memoria sabemos que el rey Francisco de Francia buscó un famoso impressor, y le dio favor y ayuda para que se aventajasse mucho; y todo fue a fin que imprimiesse Biblias estremadas. El qual, a costa del dicho rey y a su aprovechamiento, solo imprimió seis suertes de Biblias latinas, y dos de hebreas, y tres de Testamentos Nuevos griegos; en que se pudo hazer costa de más de quinze mill2 ducados al rey; y son las mejores que hasta agora tenemos.[f. 6v]

    [4] Ptolomeo Philadelpho, rey de Egipto, con ser gentil, por el desseo que tuvo de ver traduzido en griego el Pentateuco de Moysén, gastó una suma excessiva de oro en la comodidad y gratificación de los Setenta intérpretes, allende de la grandeza de los presentes que embió al templo y a Eliazar sacerdote, para que le cumpliesse aquel desseo, lo qual escriven Eusebio y Aristias, que fue embaxador a Hierusalem sobre este negocio.

    [5] Pues offresciéndose comodidad y occasión fácil a Su Magestad de poner con poca costa suya la Biblia quinquelingüe en la mayor perfectión que se puede esperar, obra es digna de un tan gran nombre como el suyo, y de una professión y arreo de tan cathólico Príncipe, que muestra serle tan a cuydado y tan caro este negocio como uno de los que Su Magestad tiene por más importantes para el servicio de Dios, y augmento de la Christiandad, y honor de la Yglesia Cathólica, y aprovechamiento de los fieles della e impedimento de los heréticos; que entiendan no estar descuydados los buenos reyes de la guarda y defensa del thesoro de su religión. [6] Y demás que se terná por beneficio público de Su Magestad, como si lo hiziera él de fundamento, por haver tan pocos en la Christiandad destos libros, y ser tan desseados de todos,3 saldrá muy más illustre esta obra por llevar tanto fundamento y tanta perfectión de characteres, y con el supplemento de una tan gran cosa que al Viejo le faltava, como era el thargum de Jonathan y el de UzielJonathan ben Uziel y el de José el Ciego, que son los dos cuerpos chaldeos, interpretados en latín, que están en Alcalá de Henares, libros ambos que antes de Christo Nuestro Redemptor tenían auctoridad de texto entre los hebreos, y cuyas palabras están alegadas en el Evangelio y en las Epístolas de Sanct Pablo, y es un thesoro más rico que nadie puede encarescer.[f. 7r]

    [7] Demás del servicio de Dios y provecho de la Yglesia universal, resulta también de aquí una gran gloria al real nombre de Su Magestad y a la estimación y reputación de su persona. La qual se estenderá por todo el mundo, y permanescerá por muchos siglos, porque este libro será comprado de christianos latinos,4 y de christianos griegos, y de christianos syros, que entienden las lenguas hebrea y chaldea y syriaca, y de todos los hebreos, que se han de afficionar a la magestad y gran provecho de la obra. [8] Y sepa Su Magestad por cosa cierta que es de tanta estima este libro, que ninguno piensa que tiene librería ni que vale nada sin uno dellos, aunque no entienda las lenguas. Y se compran muy caros y faltos de algunas partes y quadernos. Pues quando salgan con tal perfectión, bien se dexa entender en quanto más serán estimados y quanto de mejor gana se comprarán.

    Dios,] C, E2; post Dios imum punctum posuit (E1)
    mill] C, E2; mille (E1)
    todos,] C, E1; imum punctum posuit (E2)
    christianos latinos] E1, E2; christianos y de latinos (C)
    Retrato de Felipe II a cargo de Sofonisba Anguissola. 1565. Museo del Prado.
    TEXTO Y NOTAS (SIN VISUALIZACIÓN DE MARCADO XML-TEI)
      [Anotado en el margen:]
      Del doctor Arias Montano sobre la impressión de la Biblia quinquelingüe.
      Del doctor Arias Montano sobre la impressión de la Biblia quinquelingüe.

      [1] El thesoro de la doctrina de toda la religión christiana está en la Divina Escriptura; y el príncipe que professare christiandad y zelo de la religión deve hazer gran fundamento en que sea venerada y entendida y obedescida en sus reynos; y assí como instrumento para tanto bien la deve favorescer, zelar y adornar con su exemplo y auctoridad, procurando que se afficionen a ella los hombres, haziendo por su parte todo lo possible para este fin; y assí como por defensa della y de su auctoridad, como cosa tan excelente qual es la palabra de Dios, si fuesse menester, avía de poner su estado y persona y hazienda, haziendo de sí y de todo sacrificio a Dios, en defensa de su sancta palabra; assí también en qualquier occasión que se offresciesse de adornarla, o conservarla, o ampliar el uso della, es muy de cathólico rey ser el primero y que más favor y ayuda para tal fin ha de dar. [2] En la misma Sagrada Escriptura están muy encomendados a los reyes los libros de la Ley de Dios, y mandado que qualquiera rey, luego que tome la possessión de la corona, haga copiar un traslado para sí, y que él lo lea y lo haga leer todos los días de su vida; y házense grandes promessas y bendiciones al rey que desto tuviere cuydado.

      [3] Dexando aparte lo que muchos reyes zelosos de la religión y christianos, y aun gentiles, cerca desto han hecho, en nuestra memoria sabemos que el rey Francisco de Francia buscó un famoso impressor, y le dio favor y ayuda para que se aventajasse mucho; y todo fue a fin que imprimiesse Biblias estremadas. El qual, a costa del dicho rey y a su aprovechamiento, solo imprimió seis suertes de Biblias latinas, y dos de hebreas, y tres de Testamentos Nuevos griegos; en que se pudo hazer costa de más de quinze mill ducados al rey; y son las mejores que hasta agora tenemos.1[f. 6v]

      [4] Ptolomeo Philadelpho, rey de Egipto, con ser gentil, por el desseo que tuvo de ver traduzido en griego el Pentateuco de Moysén, gastó una suma excessiva de oro en la comodidad y gratificación de los Setenta intérpretes,2 allende de la grandeza de los presentes que embió al templo y a Eliazar sacerdote, para que le cumpliesse aquel desseo, lo qual escriven Eusebio y Aristias, que fue embaxador a Hierusalem sobre este negocio.

      [5] Pues offresciéndose comodidad y occasión fácil a Su Magestad de poner con poca costa suya la Biblia quinquelingüe en la mayor perfectión que se puede esperar, obra es digna de un tan gran nombre como el suyo, y de una professión y arreo de tan cathólico Príncipe, que muestra serle tan a cuydado y tan caro este negocio como uno de los que Su Magestad tiene por más importantes para el servicio de Dios, y augmento de la Christiandad, y honor de la Yglesia Cathólica, y aprovechamiento de los fieles della e impedimento de los heréticos; que entiendan no estar descuydados los buenos reyes de la guarda y defensa del thesoro de su religión.3 [6] Y demás que se terná por beneficio público de Su Magestad, como si lo hiziera él de fundamento, por haver tan pocos en la Christiandad destos libros, y ser tan desseados de todos, saldrá muy más illustre esta obra por llevar tanto fundamento y tanta perfectión de characteres, y con el supplemento de una tan gran cosa que al Viejo le faltava, como era el thargum de Jonathan ben Uziel y el de José el Ciego,4 que son los dos cuerpos chaldeos, interpretados en latín, que están en Alcalá de Henares,5 libros ambos que antes de Christo Nuestro Redemptor tenían auctoridad de texto entre los hebreos, y cuyas palabras están alegadas en el Evangelio y en las Epístolas de Sanct Pablo, y es un thesoro más rico que nadie puede encarescer.[f. 7r]

      [7] Demás del servicio de Dios y provecho de la Yglesia universal, resulta también de aquí una gran gloria al real nombre de Su Magestad y a la estimación y reputación de su persona. La qual se estenderá por todo el mundo, y permanescerá por muchos siglos, porque este libro será comprado de christianos latinos, y de christianos griegos, y de christianos syros, que entienden las lenguas hebrea y chaldea y syriaca, y de todos los hebreos, que se han de afficionar a la magestad y gran provecho de la obra. [8] Y sepa Su Magestad por cosa cierta que es de tanta estima este libro, que ninguno piensa que tiene librería ni que vale nada sin uno dellos, aunque no entienda las lenguas. Y se compran muy caros y faltos de algunas partes y quadernos.6 Pues quando salgan con tal perfectión, bien se dexa entender en quanto más serán estimados y quanto de mejor gana se comprarán.

      Nota: 1 Seguramente alude a los trabajos de Roberto Estienne.
      Nota: 2 El nombre de los Setenta procede de una carta del pseudo-Aristeas, un estudioso hebreo del s. II a.C., que trata de darnos información acerca de cómo surgió esta versión. Se hace decir a Aristeas que Ptolomeo II Filadelfo (283-246 a.C.) deseando tener en la gran biblioteca de Alejandría la traducción de los libros sagrados hebreos, la solicitó al sacerdote Eleazaro. Tras esta petición, setenta y dos (cifra redondeada en setenta), seis por cada una de las doce tribus, fueron enviados desde Jerusalén para llevar a cabo la traducción. El relato se enriqueció con ulteriores rasgos legendarios. Según el filósofo hebreo Filón de Alejandría, los setenta y dos fueron distribuidos en celdas separadas en la isla de Faro; cada uno de ellos llevó a cabo la versión entera en setenta y dos días y, en el colmo de la leyenda, se encontró que las versiones resultaron milagrosamente idénticas. Para una versión y un comentario crítico de la carta, véase R. Tramontano, La lettera di Aristea a Filocrate (Nápoles, 1931); A. Pellentier, Lettre d’Aristée a Philocrate, SC 89, Du Cerf (París, 1962).
      Nota: 3 Con la Políglota se intentará dar una respuesta católica a la exégesis practicada en los territorios que abrazaron la Reforma.
      Nota: 4 El copista parece haber mezclado en uno solo el nombre de los dos Targum añadidos en la Políglota de Amberes (los de Jonathan ben Uziel y de José el Viejo); para la corrección del texto seguimos la propuesta de Domínguez, Correspondencia, I, 31 (nota 8).
      Nota: 5 Después de la cautividad de Babilonia (539 a. c.), cuando el hebreo había sido sustituido por el arameo (lengua que abusivamente ha sido llamada caldea) como lengua popular y por lo tanto el pueblo no la entendía, el lector de la sinagoga hebrea traducía directamente el texto hebreo, frecuentemente parafraseándolo con el fin de darle al texto sagrado una interpretación. Así surgieron los targumin, palabra aramea que significa «traducción». Estas versiones arameas, en principio orales, terminaron siendo recogidas por escrito. Actualmente disponemos de diversos targumin: el targum de pseudo Jonatán (o Jerosolimitano I), el targum Jerosolimitano II, y el de Onkelos, todos ellos sobre el Pentateuco; el targum de Jonatán Ben Uzziel, sobre los libros históricos y proféticos; aparte de otros targumin sobre los libros proféticos y didácticos. La Políglota Complutense sólo recogía la paráfrasis de Onkelos, en traducción de Alfonso de Zamora. El cardenal Cisneros había mandado traducir otras paráfrasis o targumin, pero por alguna razón desconocida decidió no darlas a la imprenta y las conservó en la Biblioteca de Alcalá de Henares. Por su parte Montano incluyó, además del de Onkelos, los targumin de Jonatán Ben Uzziel sobre el libro de los Profetas; el de José el Ciego sobre el libro de Job, los Salmos y los Proverbios; y los de otros autores desconocidos sobre los restantes libros canónicos en hebreo, excepción hecha de las Crónicas, Esdras, Nehemías y Daniel.
      Nota: 6 Como se deduce de todo lo anterior, el proyecto de la Biblia Políglota de Amberes es concebido como una reedición de la Biblia Políglota de Francisco Jiménez de Cisneros (1436-8 noviembre 1517), muchos de cuyos 600 ejemplares publicados se perdieron en la mar al llevarlos a Italia (cf. carta de Felipe II al Duque de Alba, 25 de marzo de 1568, original en AGS, E 537, f. 61r, publicada por Carvajal, «Elogio histórico», p. 144, doc. nº 20). La Sacra Biblia Políglota Complutense supuso la primera edición políglota de una Biblia completa, incluyendo las primeras ediciones del Nuevo Testamento en griego, la Septuaginta y el Targum Onkelos. Los trabajos de impresión se extendieron durante quince años desde el verano de 1502 hasta 1517, año de la muerte del Cardenal Cisneros, aunque no obtuvo el Motu Proprio del Papa León X hasta el 22 de marzo de 1520. Sobre la vinculación del proyecto de la Políglota de Amberes con su antecedente de la Políglota Complutense, véase Macías, La Biblia Políglota de Amberes, pp. XV-XX y XLIII-XLIV.
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