1569 05 17

Benito Arias Montano (Amberes) a Juan de Albornoz (Bruselas)

17 de mayo de 1569

METADATOS

Identificador: 1569 05 17

Íncipit: Por estar vuestra merced en la buena conversación de las damas el domingo en la noche…

Manuscritos:

    (O) ADA, ca. 28/170.

Impresos:

    (E) Domínguez, Correspondencia, I, 238-240.

Edición crítica y notas: Antonio Dávila Pérez

Codificación y edición digital: Antonio Dávila Pérez

RESUMEN

Por estar hablando Albornoz con unas damas, BAM no pudo despedirse de él antes de marcharse el pasado domingo. Ahora le envía al secretario del duque de Alba píldoras e instrucciones detalladas para tratar el ataque de reúma que este sufría.

COMENTARIO

Esta breve comunicación muestra a BAM en su faceta de practicante del arte de la medicina. Es conocida la afición del biblista español por la cirugía, que aprendió durante cuatro meses al lado de Francisco de Arce a los treinta y dos años, en la primavera de 1557 (véase el prefacio al libro del médico Francisco de Arce, «Benedicti Ariae Montani Hispalensis in Francisci Arcaei Fraxinalensis libros de utraque Medicinae praxi, Praefatio», en De recta curandorum uulnerum ratione, et aliis eius artis praeceptis libri II. Francisco Arcaeo Frexinalensi, Doctore Medico et Chirurgo, auctore. Eiusdem de febrium curandarum ratione (Antuerpiae, ex officina Christophori Plantini, Architipographi Regii, M. D. LXXIIII, en 8º, ff. A2-A6). Asimismo, BAM mantuvo durante toda su vida correspondencia y trato con eminentes médicos tanto de Flandes como de España: por citar solo algunos, recordemos las cartas cruzadas con Carlos Clusio, y las recomendaciones a Cornelio Gemma, y los pedidos de libros conjuntos realizados desde Sevilla con Simón de Tovar y Francisco Sánchez de Oropesa.

Los folios [1v] y [2r] están en blanco.

FACSÍMILES

TEXTO Y APARATO CRÍTICO (CON VISUALIZACIÓN DE MARCADO XML-TEI) La correspondencia de Benito Arias Montano: edición crítica digital — Benito Arias Montano (Amberes) a Juan de Albornoz (Bruselas) – 17 de mayo de 1569


[Sobrescrito:]
Al muy magnífico sor1 Juan de Albornoz mi sor, secretario de Su Magestad. En Brusselas.
[Anotado por Montano bajo el sobrescrito:]
En casa hallé las que con esta van para Alonso de Cáceres. Supplico a vuestra merced se las encamine.
[Anotado en el margen por otra mano, con escritura transversal:]
Albornoz.2 Anveres, mayo 17 de 1569. El doctor Arias Montano 17 de mayo; a 18 dél.
Muy magnífico sor:

[1] Por estar vuestra merced en la buena conversación de las damas el domingo en la noche no pude besarle las manos y despedirme.3 Aunque esto yo no lo quiero hazer jamás, sino tener a vuestra merced por presente, pues lo tengo de veras en la imaginación sin ausencia ninguna.

[2] Toda la massa de píldoras de reúma que me quedava embío a vuestra merced, que es harto poca. Hay en ella para una vez, tomando vuestra merced essa hecha en dos píldoras o en tres, si las dos le parecieren algo grossezuelas. Para ablandarla y formarla en píldoras no es menester más que llegarla un poquito cerca de una ascua, como quien ablanda cera, y luego se torna tierna. Esto hazen los boticarios mojando la massa y no es bueno, sino como tengo dicho. [3] Estesse vuestra merced en la cama para quando las tomare hasta que comience a purgar, porque entiendo que essas reúmas y flemas las tiene pegadas al estómago y de aý humean tanto.4 Y ansí se verá en que antes que purgue terná algún tanto de dolor de tripas. Quando las arredondearen para hazer píldoras, que esté la massa blanda, mojenlas con una gota de azeyte de almendras dulces y harán su effetto más expedidamente. [4] En començando a purgar, se puede vuestra merced levantar. En buena hora hará hasta quatro cámaras y sentirá grande alivio.

[5] La theriaca embío también quanta me quedó, y la relación del uso, la qual vuestra merced me mandará guardar. El ánime procuraré para embiar a vuestra merced.

[6] A cuya muy magnifica persona Nuestro Sor dé tanta salud como yo le desseo. En Anvers, 17 de mayo 1569. Besa las manos de vuestra merced su servidor,
Benito Arias Montano تلميد
señor] O; señor don (E)
Albornoz] O; omisit (E)
despedirme.] O; post despedirme leuiter distinxit (E)
tanto.] O; post tanto leuiter distinxit (E)
TEXTO Y NOTAS (SIN VISUALIZACIÓN DE MARCADO XML-TEI) La correspondencia de Benito Arias Montano: edición crítica digital — Benito Arias Montano (Amberes) a Juan de Albornoz (Bruselas) – 17 de mayo de 1569


[Sobrescrito:]
Al muy magnífico señor Juan de Albornoz mi señor, secretario de Su Magestad.1 En Brusselas.
[Anotado por Montano bajo el sobrescrito:]
En casa hallé las que con esta van para Alonso de Cáceres.2 Supplico a vuestra merced se las encamine.
[Anotado en el margen por otra mano, con escritura transversal:]
Albornoz. Anveres, mayo 17 de 1569. El doctor Arias Montano 17 de mayo; a 18 dél.
Muy magnífico señor:

[1] Por estar vuestra merced en la buena conversación de las damas el domingo en la noche no pude besarle las manos y despedirme. Aunque esto yo no lo quiero hazer jamás, sino tener a vuestra merced por presente, pues lo tengo de veras en la imaginación sin ausencia ninguna.

[2] Toda la massa de píldoras de reúma que me quedava embío a vuestra merced, que es harto poca. Hay en ella para una vez, tomando vuestra merced essa hecha en dos píldoras o en tres, si las dos le parecieren algo grossezuelas. Para ablandarla y formarla en píldoras no es menester más que llegarla un poquito cerca de una ascua, como quien ablanda cera, y luego se torna tierna. Esto hazen los boticarios mojando la massa y no es bueno, sino como tengo dicho. [3] Estesse vuestra merced en la cama quando las tomare hasta que comience a purgar, porque entiendo que essas reúmas y flemas las tiene pegadas al estómago y de aý humean tanto. Y ansí se verá en que antes que purgue terná algún tanto de dolor de tripas. Quando las arredondearen para hazer píldoras, que esté la massa blanda, mojenlas con una gota de azeyte de almendras dulces y harán su effetto más expedidamente. [4] En començando a purgar, se puede vuestra merced levantar. En buena hora hará hasta quatro cámaras y sentirá grande alivio.

[5] La theriaca3 embío también quanta me quedó, y la relación del uso, la qual vuestra merced me mandará guardar. El ánime4 procuraré para embiar a vuestra merced.

[6] A cuya muy magnifica persona Nuestro Señor dé tanta salud como yo le desseo. En Anvers, 17 de mayo 1569. Besa las manos de vuestra merced su servidor,
Benito Arias Montano تلميد
Nota: 1 Se confunde aquí BAM; quiere decir «Su Excelencia».
Nota: 2 Desconocemos quién puede ser exactamente este personaje. Existe un Alonso de Cáceres, hijo de Pedro de Cáceres y Tomasa de Guelmes, hermano de Francisco de Cáceres (c. 1539-1589), conquistador español que desplegó su actividad principalmente en Venezuela. Francisco y Alonso combatieron en los tercios de Flandes. Cf. Ismael Silva Moreno, Hombres y mujeres del siglo XVI venezolano (Caracas, 1983), pp. 262 y 268. Otro Alonso de Cáceres, hijo de Alonso de Alarcón y de Ines de Vargas (naturales de Ronda), fue conocido especialmente por participar como maestre de campo al mando del ala derecha del ejército español durante la batalla de San Quintín, el 10 de agosto de 1557. Cf. José A. Rebullida, Felipe II y el éxito de San Quintín (Madrid, 2015). También podría ser este Alonso de Cáceres un familiar cercano de Martín de Cáceres, a quien BAM había colocado bajo la protección de Albornoz (véase carta 1568 11 09).
Nota: 3 La Triaca o Teriaca (del latín «theriaca» (fiera), es decir, remedio contra la mordedura de animales venenosos, era un preparado medicinal formulado inicialmente por los griegos en el siglo I d. C. a base de ingredientes distintos de origen vegetal (eléboro, jengibre, valeriana, etc.), mineral (sulfato de hierro, betún de Judea, etc.) o animal, incluyendo opio y carne de víbora. Este alexifármaco o antídoto, que llegó a ser considerado como una panacea universal, apareció en las principales farmacopeas desde al Edad Media hasta los siglos XVIII y XIX. Entre las fuentes antiguas cabe señalar Plinio el Viejo, Naturalis historia, XXIX, 24-25. Véase también Juan Esteva de Sagrera, Historia de la Farmacia: los medicamentos, la riqueza y el bienestar (Barcelona: Masson, 2005), pp. 82, 178ss.
Nota: 4 El anime es una resina o goma procedente de un árbol llamado por Linneo Hymanaea Courbaril, que habita en América. Dicho árbol tiene las hojas como el arrayán, y echa como fruto unas pequeñas vainas comestibles. Según recoge Félix Palacios en su Palestra farmacéutica chymico-galénica: en la qual se trata de la elección de los simples, etc. (Madrid: viuda de Joaquín Ibarra, 1792), p. 664: «su uso en medicina es por sahumerio en los afectos fríos del celebro y de los nervios, como en los dolores de cabeza, en los catarros y en la perlesía».
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