1568 11 09

Benito Arias Montano (Amberes) a Gabriel de Zayas (Madrid)

9 de noviembre de 1568

METADATOS

Identificador: 1568 11 09

Íncipit: Ha tantos días que no tengo carta de vuestra merced que he perdido la cuenta y casi la paciencia…

Manuscritos:

    (O) AGS, E 583/4.

Impresos:

    (E1) Codoin, pp. 133-141;(E2) Domínguez, Correspondencia, I, 128-144.

Edición crítica y notas: Antonio Dávila Pérez

Codificación y edición digital: Antonio Dávila Pérez

RESUMEN

Ha pasado mucho tiempo desde que no ha recibido cartas de Zayas. BAM ha escrito muchas cartas a Zayas y quiere saber si han llegado a su destino. Ha enviado dos ejemplares del libro de Canisio para Juan Marique y Fadrique, y treinta anteojos para Jacome da Trezzo. Ha respondido a Treviño y Lastanosa sobre las medallas. Además de los nueve cofres de libros y papel ya enviados, ha preparado un nuevo envío de libros para Luis Manrique y Luis del Rojas. Hace un mes que envió cartas al rey, Zayas y otras personas; también envió una muestra de su trabajo [la Políglota] por mar. Las muestras de papel y pergamino se incluyeron en los cofres de Manrique y Rojas. Lamenta profundamente el fallecimiento de la reina y quiere saber sobre la salud del rey. Se ofrece para remitir al rey informes sobre la situación política de los Países Bajos. El Génesis está terminado; ahora se va a empezar con el Éxodo. Andrés Masio le ha proporcionado un manuscrito caldeo que fue crucial para la edición del texto caldeo de la Políglota complutense. BAM tiene que traducir ese manuscrito al latín. Envió una carta a Zayas para contrarrestar los ataques de León de Castro contra la traducción latina de Santes Pagnino. La Universidad de Lovaina se regocija con la carta recibida del rey. Ha escrito a Francés de Álava sobre la compra de libros para la Biblioteca de El Escorial, pero no ha recibido ninguna respuesta. BAM cuenta a Zayas cómo se las arregló para comprar libros de un comerciante griego a muy buen precio. Martín de Cáceres ha llegado a Amberes después de un duro viaje. BAM pide Zayas que cobre el salario que el rey aún le debía. Por el momento su fuente de ingresos proviene de un crédito otorgado por Diego Díaz. Le pide a Zayas que informe a Rojas de que sus cofres están a punto de embarcar en el momento en que BAM escribe su carta. Envía también cartas de otras personas para que Zayas las haga llegar a sus destinatarios, el escultor Juan de Juni y el jardinero real. BAM solicita con urgencia una carta de recomendación para Cornelio Gemma. En otra carta le escribirá sobre Becano, que ha enviado a Zayas uno de sus libros en los cofres dirigidos a Luis Manrique.

COMENTARIO

Existe una versión resumida en forma de capítulos de esta misma carta en AGS E 583/155-1, que reza así: «Puntos de la carta del doctor Arias Montano: Que ha mucho que no tiene carta de v[uestra] m[erced]. Que ha escripto por todas vías a v[uestra] m[erced] y que se le avise si se han recibido todas las suyas. El Canisio para don Ju[an] Manrique y otro p[ar]a don Fadrique. Los antojos p[ar]a Jacome da Trezzo. Respondió a Treviño y Lastanosa sobre las medallas. Que tiene nueva razón de libros p[ar]a don Luis Manrique y don Luis de Rojas, demás de los nueve cofres en los quales venía papel y ciertos libros para v[uestra] m[erced]. Que embió los pliegos en que escrivía a Su Mag[esta]d y a v[uestra] m[erced] y otros particulares, y en el que venía por mar embía un quaderno de sus obras. Que en los cofres otros vienen todas las muestras de papel y la de pergamino. De la muerte de la Reyna y lo que allá se ha sentido y pide le avise v[uestra] m[erced] de la salud de Su M[agesta]d en particular. Sobre el escrivir a Su Mag[esta]d. Que está acabado el Génesis y se comiença el Éxodo y que faltava un quaderno de los del Card[ena]l, que vino a saber que estava en poder del s[ecretari]o del duque de Babiera, el qual se le prestó. Que respondió largo a la carta de León, la qual yva para v[uestra] m[erced] y lo demás que sobreste particular dize. Lo que holgaron con la carta de Su M[agesta]d los de la Universidad de Lovayna. Que ha escripto a don Françés sobre lo de la librería y no tiene resp[ues]ta. El lançe que tuvo con el griego y la dilig[enci]a que haze en allegar libros, conforme a lo que Su M[agesta]d le mandó. La llegada de Martín de Cáceres. Que v[uestra] m[erced] cobre el salario que se le deve, y lo bien que le pagó Ysunça. Que le embió Di[eg]o Díaz una çédula de que se ha valido y lo que gasta. Que avise v[uestra] m[erced] a don Luis de Rojas al punto que quedavan sus cofres. Las cartas p[ar]a los jardineros. Pide una carta de favor Gemma, el qual embía a v[uestra] m[erced] uno de sus libros».

FACSÍMILES

TEXTO Y APARATO CRÍTICO (CON VISUALIZACIÓN DE MARCADO XML-TEI) La correspondencia de Benito Arias Montano: edición crítica digital — Benito Arias Montano (Amberes) a Gabriel de Zayas (Madrid) – 9 de noviembre de 1568


[Sobrescrito:]
Al ilustre sor Gabriel de Çayas, mi sor, secretario de Stados1 de Su Magestad y de su Consejo. En Corte.
[Anotado por otra mano, en el margen, con escritura transversal:]
Anvers. A Çayas. Arias Montano a ixe de noviembre 1568. Recibida a XV de deziembre.2

Illustre señor:

[1] Ha tantos días que no tengo carta de vuestra merced que he perdido la cuenta y casi la paciencia, aunque en unas postreras de mis hermanos de Sevilla encaminadas por mano de vuestra merced en el sobrescritto venía de su letra buena nueva de su salud, que es una de las cosas que yo más desseo y más a menudo querría haver; empero por lo menos ha más de mes y medio que aquellas quatro letras fueron scrittas de vuestra merced, y quien no se solía hartar de su conversación, aunque le estorvasse en sus occupaciones más justas, buena hambre se passa agora los meses enteros. Dios lo remedie, y dé a vuestra merced la salud que yo le desseo.

[2] Por quantas vías se me han descubierto he escritto a vuestra merced por mar y por tierra, y hasta agora no tengo noticia ni aviso de que algunas de mis cartas hayan aportado. Pesarme ýa mucho de qualesquiera que se perdiessen,3 porque no he escritto carta doble ni quedádome con minuta. La causa es porque no tengo quien me ayude a cosa ni me traslade un renglón, si no4 es en latín, y aun desto tengo mal reccado.

[3] De Baptre Gossen, mercader flamenco que bive cerca de Santiago, no me ha escritto vuestra merced si aportó allá. Con él embié un Canisio para don Juan Manrique y otro para don Fadrique aparte, y los antojos en una caxa, treinta pares para Iacome de Trezzo, y respondí a los señores Treviño y Lastanosa sobre las medallas de que me pedían cuenta. [4] Después he escritto a vuestra merced muchas vezes y a los señores don Luis Manrique y don Luis de Rojas, para los quales tengo hecha otra nueva cargazón de libros, allende de nueve cofres que embié los días passados para don Luis de Rojas, en los quales yva para vuestra merced papel5 y ciertos libros que havía demandado.

[5] Dos pliegos otros despaché juntos cerca de un mes ha. En el uno, que yva por tierra, escrivía a Su Magestad y a vuestra merced y a otras personas aý y en Sevilla. En el otro, por mar, embié un quaderno de nuestra obra. En estos cofres del sor don Luis Manrique van muestras de todas las suertes de papel y la de pargamino6 en un rollo embuelto todo. [6] Creo que agora llegará en tiempo triste, porque acá también lo es mucho con la nueva del fallecimiento de la reyna cathólica, que Dios tiene en su gloria. Cierto a mí me ha puesto el dolor que deve sentir quien considera, como buen criado de Sus Magestades, lo que deve en tal successo. Plega a Dios por quien Él es, guardarnos al rey y mirar por su Iglesia y República. A vuestra merced supplico me dé siempre aviso de la salud de Su Magestad y de la paciencia y ánimo que Dios le da en todos estos trances, y de las cosas que entiende ser bien que sepa un criado suyo que afficionadíssimamente lo ama y encomienda a Dios, porque por otra vía [f. [1v]] que el aviso de vuestra merced yo no puedo tener nueva que me satisfaga. [7] Quando a vuestra merced le pareciere que yo pueda escrivir a Su Magestad, me dará aviso, porque si se sirve de que yo senzillamente y como buen criado suyo y como christiano y que tiene alguna noticia de cosas, parte por lección y parte por lo que con quarenta y tres años de vida y peregrinaciones de los más dellos y observación de lo que he visto y communicación de personas de todas suertes he cogido, le escriva lo que sintiere, aunque no sea yo parte para compararme con los muchos que en esto le sirven, hazerlo he sin ningún otro respetto que el servicio de Dios y el suyo y el bien público. [8] Y si en esto no importa mi servicio, con entender de vuestra merced que ello es ansí, cumpliré con mi desseo y serviré en lo que siempre, que es rogar a Dios por su Iglesia y religión y por el bien de mi rey y de la república christiana, y procurar de no faltar en estroto que me es encomendado y encargado, de lo qual espero en Dios que ternemos buen successo, porque todo se nos va haziendo bien. Sea él loado por todo.

[9] El Génesis está acabado y vamos sobre el Éxodo, y desta semana en delante mettemos otra emprenta más. A mí no me falta obra ni me sobra tiempo, de manera que aun las fiestas tengo bien en qué entender. [10] Y agora se me ha offrecido otro cuydado que me exercita en las noches, y es que, entre los libros chaldeos que el Cardenal tenía para imprimir, faltava un tomo que no parecía en Alcalá, que era el de los Prophetas que llaman Primeros, que son Josue, Iudices et libri Samuel et Regum, el qual quedó en poder de Çamora quando el Cardenal murió. Y este libro se havía desparecido7 en España, y estando aquí supe que havía apportado a Roma, y que allí lo havía comprado Andreas Masio, secretario del duque de Babiera y su embaxador ordinario, al qual, passando este estío por aquí con embaxada al duque d’Alva8, hablé y le pedí me lo prestasse para juntarlo con los demás en esta Biblia; y haviéndomelo promettido, rogué a Plantino que de buelta de Francafort9 viniesse por allí y lo traxesse. [11] Y quando me lo traxo con su carta, hallé que no estava traduzido en latín, sino solo en caldeo escritto de mano, y solo del primer capítulo començados a traduzir veinte versos. Y ansí en caldeo acá lo teníamos en las Biblias de Roma y Venecia, de manera que me ha sido forçado traduzirlo yo porque vaya todo el caldeo con sus traduciones, y ansí lo he començado a hazer con la ayuda de aquél qui dat lasso uiturtem, al qual supplico a vuestra merced me encomiende.

[12] En otro pliego que embié por tierra respondí largo a la carta de León, la qual respuesta yva tan solamente para vuestra merced, y ansí le supplico que no la muestre a persona, sino mande sacar la sustancia della, si alguna tiene, porque a mí no me incumbía responder aquella carta, mayormente tomando contención de defender a Pagnino, porque en nuestra Biblia él no va hasta agora ni, ya que fuesse, podría yr en parte donde los que no están bien con él pudiessen [f. [2r]] calumniar. [13] Y sepa vuestra merced que de París y Lovaina se pidió que se pusiesse, y esto después que yo estoy aquí, que antes no se havía trattado dél en estas partes que digo. E yo les10 respondí que no havía lugar por agora. Empero si vuestra merced quisiesse escrivir a León que dentro de quatro meses o tres le embiasse los lugares que le offenden en aquella versión, y esto con toda caridad y senzilleza, podría ser que fuessen provechosos algunos de sus avisos y que con aggradecimiento se le recibiessen, e yo ordenasse cómo él consiguiese su intento. [14] Porque sepa vuestra merced para entre nosotros que yo por desseo del provecho común he propuesto esto en la Universidad de Lovayna, y rogádoles que lo vean de nuevo con diligencia, y se va haziendo. Y si León embiasse algo que fuesse de importancia, sería bien recibido, porque este interpreterintérprete por ser cathólico y literal audit bene apud omnes, etiam si non omnia assecutus est. Y si vuestra merced entiende que allá no se ha de hazer esto senzillamente, más valdrá dexarlo porque acá lo harán bien y sin passión.

[15] Aquella universidad se holgó en estremo con la carta de Su Magestad y promettieron de ayudarme en todo quanto se offreciesse. Y no dexaré de occuparlos en algo que sea de su officio.

[16] Acerca de la intelligencia que devo tener con don Francés d’Álava sobre los libros para la librería de San Lorenço, o de todo el reyno por mejor dezir, yo tengo escritto al embaxador y no he havido respuesta hasta agora.

[17] Estos días passados me ha succedido una buena suerte en esta razón, en la qual he servido a Su Magestad como se lo devo, y holgaría que se me offreciessen otras ansí. Y es que un mercader griego de libros originales, al qual yo conocía en Venecia y le havía comprado harta summa de libros y bien caros, y el obispo que es agora de Segovia, Covarruvias, también havía comprado dél en mill escudos, passava por aquí con unos libros que llevava a la reyna de Inglaterra con esperança de tornar con gran premio, y succedióle que los soldados enemigos lo despojaron en el camino y llegó aquí con tres compañeros y con sus libros y sin una placa, y procuró vender dos o tres libros para passar adelante. [18] Y como pedía tan caro por ellos, ninguno osó començar a comprarle, y los que desseavan haver algunos me dieron aviso dello para que yo le tomara algunos y hiziera precio para ellos. [19] Yo lo11 hize llamar y, como me conoció, tomó contento y rogóme le socorriesse con dineros hasta Inglaterra, y le diesse cartas para el embaxador de Su Magestad que allí está, que le favoreciesse, y para algunos por el camino, porque se temía del12 maltrattamiento,13 estando la tierra tan rebuelta por acá. [20] Yo le di luego cartas para el embaxador, empero púsele la dificultad que havía en el viage [f. [2v]] y el incierto successo que con la reyna de Inglaterra ternía estando las cosas de aquella isla en el estado que están, y siendo estos libros todos ecclesiásticos y cathólicos, salvo algunos philosóphicos. Y con esta occasión le14 rogué dixe que me los vendiesse a mí; de15 quantos le havía comprado caros, que fuessen estos agora en buen precio. [21] Él, amedrentado de lo que havía passado, y con lo que yo y otros diximos de lo que podía esperar o temer, trattó de venderme parte dellos. Yo le dixe que no le compraría uno sin otro o sin16 todos, que son quarenta libros entre originales antiguos y copiados buenos, y jamás sintió él ni los otros, que desseavan comprarle algunos, que yo los quería sino para mí; y con esperança de que a sus cabales les daría parte, me ayudaron mucho en no comprarle ellos ninguno y en solicitar que me los vendiesse. [22] Y ansí él fue forçado a trattar comigo,17 porque no tenía un real ni hallava modo de haverlo.18 Y pidióme luego que se los pagasse conforme a como yo sabía que valían, y que no quería más. Yo no quise sino que nombrase el precio, porque yo no se los podía pagar por el valor, estando fuera de mi tierra y con poco dinero. Pidióme quatro cientos scudos. Parecióme que se ponía en buena razón, porque cierto los libros valen largos trezientos scudos. Yo le dixe que no tenía que cien escudos para le dar, y que no quería más hablar en ellos,19 y que era razón que él con su necessidad se conformasse con la mía, pues le havía ya yo20 comprado y hecho comprar en más de mill21 scudos. [23] Desta manera lo tuve quatro días yendo y viniendo, hasta que, visto no podía más, me los dio por ciento y quinze scudos. Y procuró aquí cómo se los fuessen pagando por el camino de Italia por los lugares donde havía de passar, para gastar en el viage. Yo creo que él no hizo en su vida más mal empleo ni yo mejor. [24] Quando los codiciosos acudieron por parte, yo les22 dixe que pensava servir con ellos a Su Magestad, y que no podía quitar ninguno. Ellos, que me tenían por muy senzillo, se espantaron del artificio que tuve con el griego y con ellos. Yo les dixe que quien havía gastado tanto tiempo y dinero en esta mercaduría no era mucho echasse algún buen lançe. [25] Y vuestra merced tenga por cierto, si23 el grecheto entendiera que eran para Su Magestad, no los huviéramos por quinientos ducados, porque ninguno hay que valga de quatro scudos abaxo, y hay algunos que valen sobre quarenta.

[26] Gerónimo de Curiel pagó los ciento y quinze scudos, los quales ordenará vuestra merced cómo se le tomen en cuenta. Y porque quiero de hoy más entender en allegar los libros que Su Magestad me manda para cumplir la Bibliabiblioteca de San Lorenzo, ansí impressos como originales, embíeme vuestra merced el cathálogo de los que hay ya en la librería para que por él vaya viendo lo que es menester anadirañadir etc. [f. [3r]]

[27] Martín de Cáceres llegó aquí maltrattado del trabajo de la navegación y del camino, porque tuvieron trabajoso viage. Yo me holgué con él por ser de casa de vuestra merced y hermano de quien es, aunque no me dio contento ver que haya tomado este propósito de seguir guerra, pudiendo tomar otro camino más siguro y viendo lo que passa en este género de vida. Dile diez escudos que me dixo devía para desempeñar sus vestidos, y escriví a Albornoz para que lo encaminasse y collocasse como a cosa de vuestra merced. No he sabido más dél de diez días a esta parte. Venía entonces bueno de salud, y luego vino galano y con un criado harto boçal. Encarguéle me avisasse de su assiento. Sabiendo cómo y dónde está, escriviré a los amigos que tengo en el campo para que miren por él. A su hermano beso las manos. [28] A vuestra merced supplico mande cobrar lo que se me deve de mi salario y dar orden cómo se me embíe, que no faltará quien se offrezca, como lo hizo Ysuncia muy bien, que luego me dio los scudos24 del sor don Luis Manrique o por vía de mercaderes.

[29] El sor Diego Díaz me embió una cédula de que me he valido, porque todo es menester, no tanto para mí, que a qualquiera cosa me accomodaría con la gracia de Dios, quanto para algunos que por fuerça he de tener comigo25 estando en lo que estoy, y por quien acá me embió; y por fuerça también se ha de soccorrer a personas de nuestra nación, cuyas necesidades son manifiestas y que tienen pocos acá a quién acudir.

[30] Al sor don Luis de Rojas avisará vuestra merced de que sus cofres están a punto para yr a las naves a la hora que esta escrivo. Yo creo he acertado a le servir en los libros y en los precios.

[31] Esta va también, como otras, por rodeos. Plega26 a Dios aportarla. [32] Las cartas que van para Juan de Juni y para el jardinero del rey supplico a vuestra merced mande embiarles y darles aviso que respondan a su casa y embíen lo que huvieren de embiar. Son de un hombre dotto que se entiende con ellos en este menage de yervas y plantas. Y de acá también se les embiará cosas a ellos como se les han27 embiado. [33] A todos mis señores y amigos mande vuestra merced dar mis besamanos, cuya illustre persona nuestro Sor prospere en su servicio. En Anvers, 9 de noviembre 1568.28

Besa las manos de vuestra merced su servidor,

Arias Montano تلميد29

[Posdata:]

[34] Por la carta en favor y honor de Gemma30 supplico a vuestra merced. [35] De Beccano escriviré a vuestra merced en otra, el qual embía a vuestra merced uno de sus libros en los cofres del sor don Luis Manrique. En él también leerá vuestra merced su nombre.

Stados] O, E2; Stado (E1)
Anvers. A Çayas. Arias Montano a ixe de noviembre 1568. Recibida a XV de deziembre.] O, E2; omisit (E1)
perdiessen] O, E2; perdiese (E1)
si no] O, E2; sino (E1)
papel] O, E2; un papel (E1)
pargamino] O, E2; pergamino (E1)
desparecido] O, E2; desparecido (E1)
d’Alva] O; d’Alba (E1, E2)
Francafort] O, E2; Francafor (E1)
les] O, E2; le (E1)
lo] O, E2; le (E1)
del] O, E2; de (E1)
maltrattamiento] O; mal trattamiento (E1, E2)
le] O, E2; omisit (E1)
de] O, E2; y de (E1)
sin] O, E2; sino (E1)
comigo] O, E2; conmigo (E1)
haverlo] O, E2; habello (E1)
ellos] O, E2; ello (E1)
ya yo] O, E2; yo ya (E1)
mill] O, E2; mil (E1)
les] O, E2; los (E1)
si] O, E2; que si (E1)
scudos] O, E2; feudos (E1)
comigo] O, E2; conmigo (E1)
Plega] O, E2; Plegue (E1)
han] O, E2; ha (E1)
1568] O, E2; de 1568 (E1)
تلميد] O, E2; omisit (E1)
Gemma ] O, E2; Gennua (E1)
TEXTO Y NOTAS (SIN VISUALIZACIÓN DE MARCADO XML-TEI) La correspondencia de Benito Arias Montano: edición crítica digital — Benito Arias Montano (Amberes) a Gabriel de Zayas (Madrid) – 9 de noviembre de 1568


[Sobrescrito:]
Al ilustre señor Gabriel de Çayas, mi señor, secretario de Stados de Su Magestad y de su Consejo. En Corte.
[Anotado por otra mano, en el margen, con escritura transversal:]
Anvers. A Çayas. Arias Montano a ixe de noviembre 1568. Recibida a XV de deziembre.

Illustre señor:

[1] Ha tantos días que no tengo carta de vuestra merced que he perdido la cuenta y casi la paciencia, aunque en unas postreras de mis hermanos de Sevilla encaminadas por mano de vuestra merced en el sobrescritto venía de su letra buena nueva de su salud, que es una de las cosas que yo más desseo y más a menudo querría haver; empero por lo menos ha más de mes y medio que aquellas quatro letras fueron scrittas de vuestra merced, y quien no se solía hartar de su conversación, aunque le estorvasse en sus occupaciones más justas, buena hambre se passa agora los meses enteros. Dios lo remedie, y dé a vuestra merced la salud que yo le desseo.

[2] Por quantas vías se me han descubierto he escritto a vuestra merced por mar y por tierra, y hasta agora no tengo noticia ni aviso de que algunas de mis cartas hayan aportado. Pesarme ýa mucho de qualesquiera que se perdiessen, porque no he escritto carta doble ni quedádome con minuta. La causa es porque no tengo quien me ayude a cosa ni me traslade un renglón, si no es en latín, y aun desto tengo mal reccado.

[3] De Baptre Gossen,1 mercader flamenco que bive cerca de Santiago, no me ha escritto vuestra merced si aportó allá. Con él embié un Canisio2 para don Juan Manrique3 y otro para don Fadrique4 aparte, y los antojos5 en una caxa, treinta pares para Iacome de Trezzo,6 y respondí a los señores Treviño7 y Lastanosa8 sobre las medallas de que me pedían cuenta. [4] Después he escritto a vuestra merced muchas vezes y a los señores don Luis Manrique9 y don Luis de Rojas,10 para los quales tengo hecha otra nueva cargazón de libros, allende de nueve cofres que embié los días passados para don Luis de Rojas, en los quales yva para vuestra merced papel y ciertos libros que havía demandado.

[5] Dos pliegos otros despaché juntos cerca de un mes ha. En el uno, que yva por tierra, escrivía a Su Magestad11 y a vuestra merced y a otras personas aý y en Sevilla. En el otro, por mar, embié un quaderno de nuestra obra. En estos cofres del señor don Luis Manrique van muestras de todas las suertes de papel y la de pargamino en un rollo embuelto todo. [6] Creo que agora llegará en tiempo triste, porque acá también lo es mucho con la nueva del fallecimiento de la reyna cathólica,12 que Dios tiene en su gloria. Cierto a mí me ha puesto el dolor que deve sentir quien considera, como buen criado de Sus Magestades, lo que deve en tal successo. Plega a Dios por quien Él es, guardarnos al rey y mirar por su Iglesia y República. A vuestra merced supplico me dé siempre aviso de la salud de Su Magestad y de la paciencia y ánimo que Dios le da en todos estos trances, y de las cosas que entiende ser bien que sepa un criado suyo que afficionadíssimamente lo ama y encomienda a Dios, porque por otra vía [f. [1v]] que el aviso de vuestra merced yo no puedo tener nueva que me satisfaga. [7] Quando a vuestra merced le pareciere que yo pueda escrivir a Su Magestad, me dará aviso, porque si se sirve de que yo senzillamente y como buen criado suyo y como christiano y que tiene alguna noticia de cosas, parte por lección y parte por lo que con quarenta y tres años de vida13 y peregrinaciones de los más dellos y observación de lo que he visto y communicación de personas de todas suertes he cogido, le escriva lo que sintiere, aunque no sea yo parte para compararme con los muchos que en esto le sirven, hazerlo he sin ningún otro respetto que el servicio de Dios y el suyo y el bien público.[8] Y si en esto no importa mi servicio, con entender de vuestra merced que ello es ansí, cumpliré con mi desseo y serviré en lo que siempre, que es rogar a Dios por su Iglesia y religión y por el bien de mi rey y de la república christiana, y procurar de no faltar en estroto que me es encomendado y encargado, de lo qual espero en Dios que ternemos buen successo, porque todo se nos va haziendo bien. Sea él loado por todo.

[9] El Génesis está acabado y vamos sobre el Éxodo, y desta semana en delante mettemos otra emprenta más. A mí no me falta obra ni me sobra tiempo, de manera que aun las fiestas tengo bien en qué entender. [10] Y agora se me ha offrecido otro cuydado que me exercita en las noches, y es que, entre los libros chaldeos que el Cardenal tenía para imprimir,14 faltava un tomo que no parecía en Alcalá, que era el de los Prophetas que llaman Primeros, que son Josue, Iudices et libri Samuel et Regum, el qual quedó en poder de Çamora15 quando el Cardenal murió. Y este libro se havía desparecido en España, y estando aquí supe que havía apportado a Roma, y que allí lo havía comprado Andreas Masio, secretario del duque de Babiera16 y su embaxador ordinario, al qual, passando este estío por aquí con embaxada al duque d’Alva, hablé y le pedí me lo prestasse para juntarlo con los demás en esta Biblia; y haviéndomelo promettido, rogué a Plantino que de buelta de Francafort viniesse por allí y lo traxesse.17 [11] Y quando me lo traxo con su carta, hallé que no estava traduzido en latín, sino solo en caldeo escritto de mano, y solo del primer capítulo començados a traduzir veinte versos. Y ansí en caldeo acá lo teníamos en las Biblias de Roma y Venecia,18 de manera que me ha sido forçado traduzirlo yo porque vaya todo el caldeo con sus traduciones, y ansí lo he començado a hazer con la ayuda de aquél qui dat lasso uiturtem,19 al qual supplico a vuestra merced me encomiende.

[12] En otro pliego que embié por tierra respondí largo a la carta de León,20 la qual respuesta yva tan solamente para vuestra merced, y ansí le supplico que no la muestre a persona, sino mande sacar la sustancia della, si alguna tiene, porque a mí no me incumbía responder aquella carta, mayormente tomando contención de defender a Pagnino, porque en nuestra Biblia él no va hasta agora ni, ya que fuesse, podría yr en parte donde los que no están bien con él pudiessen [f. [2r]] calumniar.21 [13] Y sepa vuestra merced que de París y Lovaina se pidió que se pusiesse, y esto después que yo estoy aquí, que antes no se havía trattado dél en estas partes que digo. E yo les respondí que no havía lugar por agora. Empero si vuestra merced quisiesse escrivir a León que dentro de quatro meses o tres le embiasse los lugares que le offenden en aquella versión, y esto con toda caridad y senzilleza, podría ser que fuessen provechosos algunos de sus avisos y que con aggradecimiento se le recibiessen, e yo ordenasse cómo él consiguiese su intento. [14] Porque sepa vuestra merced para entre nosotros que yo por desseo del provecho común he propuesto esto en la Universidad de Lovayna, y rogádoles que lo vean de nuevo con diligencia, y se va haziendo. Y si León embiasse algo que fuesse de importancia, sería bien recibido, porque este intérprete por ser cathólico y literal audit bene apud omnes, etiam si non omnia assecutus est.22 Y si vuestra merced entiende que allá no se ha de hazer esto senzillamente, más valdrá dexarlo porque acá lo harán bien y sin passión.

[15] Aquella universidad se holgó en estremo con la carta de Su Magestad y promettieron de ayudarme en todo quanto se offreciesse.23 Y no dexaré de occuparlos en algo que sea de su officio.24

[16] Acerca de la intelligencia que devo tener con don Francés d’Álava sobre los libros para la librería de San Lorenço, o de todo el reyno por mejor dezir, yo tengo escritto al embaxador y no he havido respuesta hasta agora.25

[17] Estos días passados me ha succedido una buena suerte en esta razón, en la qual he servido a Su Magestad como se lo devo, y holgaría que se me offreciessen otras ansí. Y es que un mercader griego26 de libros originales, al qual yo conocía en Venecia y le havía comprado harta summa de libros y bien caros, y el obispo que es agora de Segovia, Covarruvias,27 también havía comprado dél en mill escudos, passava por aquí con unos libros que llevava a la reyna de Inglaterra con esperança de tornar con gran premio, y succedióle que los soldados enemigos lo despojaron en el camino y llegó aquí con tres compañeros y con sus libros y sin una placa, y procuró vender dos o tres libros para passar adelante. [18] Y como pedía tan caro por ellos, ninguno osó començar a comprarle, y los que desseavan haver algunos me dieron aviso dello para que yo le tomara algunos y hiziera precio para ellos. [19] Yo lo hize llamar y, como me conoció, tomó contento y rogóme le socorriesse con dineros hasta Inglaterra, y le diesse cartas para el embaxador de Su Magestad que allí está,28 que le favoreciesse, y para algunos por el camino, porque se temía del maltrattamiento, estando la tierra tan rebuelta por acá. [20] Yo le di luego cartas para el embaxador, empero púsele la dificultad que havía en el viage [f. [2v]] y el incierto successo que con la reyna de Inglaterra ternía estando las cosas de aquella isla en el estado que están, y siendo estos libros todos ecclesiásticos y cathólicos, salvo algunos philosóphicos. Y con esta occasión le dixe que me los vendiesse a mí; de quantos le havía comprado caros, que fuessen estos agora en buen precio. [21] Él, amedrentado de lo que havía passado, y con lo que yo y otros diximos de lo que podía esperar o temer, trattó de venderme parte dellos. Yo le dixe que no le compraría uno sin otro o sin todos, que son quarenta libros entre originales antiguos y copiados buenos, y jamás sintió él ni los otros, que desseavan comprarle algunos, que yo los quería sino para mí; y con esperança de que a sus cabales les daría parte, me ayudaron mucho en no comprarle ellos ninguno y en solicitar que me los vendiesse. [22] Y ansí él fue forçado a trattar comigo, porque no tenía un real ni hallava modo de haverlo. Y pidióme luego que se los pagasse conforme a como yo sabía que valían, y que no quería más. Yo no quise sino que nombrase el precio, porque yo no se los podía pagar por el valor, estando fuera de mi tierra y con poco dinero. Pidióme quatro cientos scudos. Parecióme que se ponía en buena razón, porque cierto los libros valen largos trezientos scudos. Yo le dixe que no tenía que cien escudos para le dar, y que no quería más hablar en ellos, y que era razón que él con su necessidad se conformasse con la mía, pues le havía ya yo comprado y hecho comprar en más de mill scudos. [23] Desta manera lo tuve quatro días yendo y viniendo, hasta que, visto no podía más, me los dio por ciento y quinze scudos. Y procuró aquí cómo se los fuessen pagando por el camino de Italia por los lugares donde havía de passar, para gastar en el viage. Yo creo que él no hizo en su vida más mal empleo ni yo mejor. [24] Quando los codiciosos acudieron por parte, yo les dixe que pensava servir con ellos a Su Magestad, y que no podía quitar ninguno. Ellos, que me tenían por muy senzillo, se espantaron del artificio que tuve con el griego y con ellos.29 Yo les dixe que quien havía gastado tanto tiempo y dinero en esta mercaduría no era mucho echasse algún buen lançe. [25] Y vuestra merced tenga por cierto, si el grecheto entendiera que eran para Su Magestad, no los huviéramos por quinientos ducados, porque ninguno hay que valga de quatro scudos abaxo, y hay algunos que valen sobre quarenta.

[26] Gerónimo de Curiel pagó los ciento y quinze scudos, los quales ordenará vuestra merced cómo se le tomen en cuenta. Y porque quiero de hoy más entender en allegar los libros que Su Magestad me manda para cumplir la biblioteca de San Lorenzo, ansí impressos como originales, embíeme vuestra merced el cathálogo de los que hay ya en la librería para que por él vaya viendo lo que es menester añadir etc.30 [f. [3r]]

[27] Martín de Cáceres31 llegó aquí maltrattado del trabajo de la navegación y del camino, porque tuvieron trabajoso viage. Yo me holgué con él por ser de casa de vuestra merced y hermano de quien es, aunque no me dio contento ver que haya tomado este propósito de seguir guerra, pudiendo tomar otro camino más siguro y viendo lo que passa en este género de vida. Dile diez escudos que me dixo devía para desempeñar sus vestidos, y escriví a Albornoz para que lo encaminasse y collocasse como a cosa de vuestra merced. No he sabido más dél de diez días a esta parte. Venía entonces bueno de salud, y luego vino galano y con un criado harto boçal. Encarguéle me avisasse de su assiento. Sabiendo cómo y dónde está, escriviré a los amigos que tengo en el campo para que miren por él. A su hermano beso las manos. [28] A vuestra merced supplico mande cobrar lo que se me deve de mi salario y dar orden cómo se me embíe, que no faltará quien se offrezca, como lo hizo Ysuncia32 muy bien, que luego me dio los scudos del señor don Luis Manrique o por vía de mercaderes.

[29] El señor Diego Díaz33 me embió una cédula de que me he valido, porque todo es menester, no tanto para mí, que a qualquiera cosa me accomodaría con la gracia de Dios, quanto para algunos que por fuerça he de tener comigo estando en lo que estoy, y por quien acá me embió; y por fuerça también se ha de soccorrer a personas de nuestra nación, cuyas necesidades son manifiestas y que tienen pocos acá a quién acudir.

[30] Al señor don Luis de Rojas avisará vuestra merced de que sus cofres están a punto para yr a las naves a la hora que esta escrivo. Yo creo he acertado a le servir en los libros y en los precios.

[31] Esta va también, como otras, por rodeos. Plega a Dios aportarla. [32]Las cartas que van para Juan de Juni34 y para el jardinero del rey35 supplico a vuestra merced mande embiarles y darles aviso que respondan a su casa y embíen lo que huvieren de embiar. Son de un hombre dotto que se entiende con ellos en este menage de yervas y plantas.36 Y de acá también se les embiará cosas a ellos como se les han embiado. [33] A todos mis señores y amigos mande vuestra merced dar mis besamanos, cuya illustre persona nuestro Señor prospere en su servicio. En Anvers, 9 de noviembre 1568.

Besa las manos de vuestra merced su servidor,

Arias Montano تلميد

[Posdata:]

[34] Por la carta en favor y honor de Gemma 37 supplico a vuestra merced. [35] De Beccano38 escriviré a vuestra merced en otra, el qual embía a vuestra merced uno de sus libros en los cofres del señor don Luis Manrique. En él también leerá vuestra merced su nombre.

Nota: 1 Vicente Bécares propone identificar a este personaje con Wouter Goossens en Arias Montano y Plantino, p. 157. Podría ser hermnao de Jacques Goosens, que operaba como mercader en Amberes desde la década de los sesenta. Tras su regreso a España, BAM y Juan Moflino hacen llegar a Plantino «per d[ominum] Goessens mercatorem» («por medio del mercader señor Goessens») unos mapas destinados al Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelio; cf. [1588] 07 05. El 5 de julio de 1588 Plantino lamenta que Jacobo Goesens se niegue a realizar un transporte para el rey, su hijo y el cardenal de Toledo a causa de la guerra de Francia (cf. [1588] 07 05).
Nota: 2 Institutiones christianae pietatis seu paruus catechismus catholicorum, auctore D. Petro Canisio (Antuerpiae: excudebat sibi et Materno Cholino […] Christophorus Plantinus, 1568). Cf. descripción bibliográfica en PP, II, nº 876. Puede verse copia digitalizada, procedente de la Biblioteca Nacional de Austria, en Google Books.
Nota: 3 Sobre Juan Manrique de Lara (fallecido el 21 de junio de 1570), hijo secundón de Antonio Manrique, II duque de Nájera, embajador y consejero de Estado con Carlos V Felipe II, véase Carlos Javier de Carlos Morales, «Juan Manrique de Lara», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico (en red, https://dbe.rah.es/biografias/17005/juan-manrique-de-lara)
Nota: 4 Fadrique Enríquez de Ribera, miembro de la casa de los marqueses de Tarifa, era el tercer hijo del matrimonio formado por Fernando Enríquez de Ribera e Inés Portocarrero, hija del señor del estado de Moguer y Villanueva del Fresno. Casó con Mariana de Córdoba, hija del marqués de las Navas. Vistió el hábito de Santiago en 1543 y gracias a sus relaciones familiares fue nombrado mayordomo mayor de Felipe II, quien satisfecho por su actuación en 1564 lo nombró presidente del Consejo Real de las Órdenes y lo honró con el título de marqués de Villanueva del Río. No debemos confundirlo, como hizo Jiménez de la Espada, con su tío D. Fadrique Enríquez de Ribera, primer marqués de Tarifa. Su actuación al frente del Consejo de Órdenes se caracterizó por una serie de reformas administrativas alentadas por el cardenal Espinosa y por la aplicación de una cédula de febrero de 1566 que suprimía la jurisdicción civil y criminal en aquellos pueblos que estaban situados en territorio de las órdenes militares. La denuncia de ciertas irregularidades que fueron cometidas por don Fadrique en la compra al rey de las villas de Constantina y las alcabalas de Villanueva del Río y San Nicolás del Puerto, que suponían un fraude al erario real, determinaron la pérdida de la gracia real y su salida del Consejo, que finalmente se produjo en 1572, circunstancias que sin duda agravaron su delicada salud y aceleraron su muerte. Cf. A. López de Haro, Nobiliario genealógico de los reyes y títulos de España, (Madrid, 1622), II, 476 y J. Martínez Millán – C. J. de Carlos Morales, Felipe II (1527-1598). La configuración de la Monarquía Hispana (Madrid, 1998), pp. 366-367.
Nota: 5 Por «anteojos».
Nota: 6 Jacobo Nizzola da Trezzo, o Jácome de Trezzo (1514-1589), escultor y grabador italiano y relojero de Felipe II. Entra al servicio de Felipe II en 1554. Reside en Flandes, Inglaterra y finalmente fija su residencia en España. Sus obras más destacadas son la custodia de El Escorial, una pequeña de jaspe de colores, el relicario del monasterio, medallas y camafeos. A Trezzo, uno de los más importantes medallistas y orfebres de la historia; se le atribuye la ejecución de la estatua sepulcral de doña Juana de Portugal. cf. Catálogo Histórico y Bibliográfico de la Exposición Internacional de Barcelona. 1929-1930 (Madrid, 1933), II, 215-216.
Nota: 7 Posiblemente fray Jerónimo Treviño, capellán real, emparentado con Juan Martínez Silíceo, arzobispo de Toledo, quien pide para él la protección del cardenal Granvela en una carta del 27 de enero de 1554 que portaba el propio Treviño en su viaje a Flandes. Véase descripción bibliográfica de la carta conservada en la Real Biblioteca.
Nota: 8 Sobre Pedro Juan de Lastanosa véase nota biográfica en carta 1568 06 14.
Nota: 9 Sobre Luis Manrique de Lara, véase nota biográfica en carta 1568 07 22
Nota: 10 Sobre el religioso Luis de Rojas, capellán real de la casa de Castilla, cf. APEPI II, 787, 401.
Nota: 11 Cf. carta 1568 09 30.
Nota: 12 Isabel de Valois (Fontainebleau, Francia, 13 de abril de 1546-Madrid, 3 de octubre de 1568), descendiente de Enrique II de Francia y de Catalina de Médicis. Fue la tercera esposa de Felipe II, matrimonio del que nacieron Isabel Clara Eugenia (1566-1633), que en su tiempo sería Gobernadora de los Países Bajos, y de Catalina Micaela (1567-1597), duquesa de Saboya. Su muerte se produjo durante el parto de un feto que tampoco sobrevivió.
Nota: 13 Esta referencia incide en la hipótesis de que BAM nació en 1525, y no en 1527, fecha admitida por mucho tiempo en base a las inscripciones sepulcrales del sabio extremeño que terminan con la notación «obiit anno 1598, aetatis 71» (cf., por ejemplo, A. Holgado, «Algunas precisiones sobre humanistas extremeños», Revista de Estudios Extremeños, 42 (1986), 25-41 (pp. 33-36). En el prefacio al libro de Francisco de Arce, Arias declara que con treinta y dos años fue a predicar la cuaresma a Llerena y residió en casa del médico, aprendiendo durante cuatro meses el arte de la cirugía (cf. «Benedicti Ariae Montani Hispalensis in Francisci Arcaei Fraxinalensis libros de utraque Medicinae praxi praefatio», en De recta curandorum uulnerum ratione, et aliis eius artis praeceptis libri II. Francisco Arcaeo Frexinalensi, Doctore Medico et Chirurgo, auctore. Eiusdem de febrium curandarum ratione (Antuerpiae: Ex officina Christophori Plantini, Architipographi Regii, M. D. LXXIIII, en 8º), ff. A2-A6; págs. 3-11). J. F. Domínguez Domínguez, tratando del viaje a Italia de BAM en 1559 del que hace referencia en su carta a Daniel van Bomberghen del 23 de mayo de 1570 (cf. 1570 05 23), apunta también la posibilidad de que la predicación cuaresmal en Llerena sucediera en 1557 y, por tanto, la fecha de nacimiento de BAM rondara el 1525 (cf. Domínguez, «Apuntes sobre la estancia de Arias Montano en Venecia», p. 70). A. Oyola Fabián ha demostrado, creemos que de forma palmaria, que este suceso tuyo lugar en 1557, fecha a la que, si se le restan los treinta y dos años que dice tener BAM, apunta de nuevo a 1525 como año de nacimiento; cf. «El año de nacimiento de Benito Arias Montano el Mayor», en R. Caso Amador – A. Oyola Fabián, El frescor de los montes. Arias Montano y sus orígenes (Fregenal de la Sierra, 2001), pp. 141-153). G. Morocho baraja igualmente la fecha de 1525 como año de nacimiento montaniano en su artículo titulado «Trayectoria humanística de Benito Arias Montano. I. Sus cuarenta primeros años (c. 1525/27-1567)», en El Humanismo Extremeño. II Jornadas 1997 (Badajoz, 1998), pp. 157-209. A todo esto hay que añadir los testimonios de boca de BAM, como el que aparece en la presente carta, donde dice contar con cuarenta y tres años, o el que leemos también en carta del diez de octubre de 1579 (1579 10 10), donde Arias se queja a Zayas de «verme occupado en cosas de ningún frutto, con cinquenta y tres años a cuestas y con mucha flaqueza y ningún regalo», según lo cual habría que situar la fecha de nacimiento de BAM hacia finales de 1525, concretamente más allá del 10 de octubre de 1525.
Nota: 14 Entre los trabajos iniciales de la Biblia Políglota Complutense del cardenal Cisneros se preparó la paráfrasis caldea conocida como el targum de Jonatan Ben Uzziel, sobre el libro de los Profetas, aunque este trabajo finalmente no vio la luz en dicha Biblia y quedó depositado en la Universidad de Alcalá. Los editores de la Polígota de Amberes retomaron y utilizaron el trabajo de sus predecesores complutenses.
Nota: 15 Alfonso de Zamora (1474-c. 1545), judío converso, uno de los principales colaboradores de la Políglota Complutense en la edición y traducción latina del Targum. Estudió en la Universidad de Salamanca y fue reclamado por el cardenal Cisneros para colaborar en la columna hebrea y aramea de la Políglota, junto a Pablo Coronel y Alfonso de Alcalá. En el volumen sexto de la Políglota Complutense vio también la luz sus Instructiones artis grammatice hebraice. Ocupó la primera cátedra de Hebreo de la Universidad de Alcalá de Henares durante más de treinta años. Cf. Adolf Neubauer, «Alfonso de Zamora», en Boletín de la Real Academia de la Historia, 27 (1895), 193-213. Véase también el reciente trabajo de M.ª A. Muriel Sastre, «Esbozo bio-genealógico del hebraísta judeoconverso Alfonso de Zamora», Studia Zamoriensia, 16 (2017), 119-141.
Nota: 16 Parece que se trata de una errata por duque de Clèves, según reza profusamente en la correspondencia de Masio.
Nota: 17 Este encargo de BAM fue causa, entre otras dificultades, de que Plantino, a su regreso de la feria otoñal de Fráncfort, se retrasara dieciocho días más de lo esperado, como se disculpa el impresor ante el cardenal Granvela el 22 de octubre de 1568 (cf. CP, II, 10, nº 155).
Nota: 18 La conocida como Biblia Rabinica publicada por Daniel Bomberg en Venecia (1516-1517), ampliada en una segunda edición de 1524-1525: Biblia Hebraica cum Targum ac uariis rabbinorum commentariis (Venetiis: per Danielem Bombergum, 1516-1517); y Biblia Hebraica Rabbinica cum utraque Masora, Targum, studio R. Iacob F. Haiim (Venetiis, 1424-1525).
Nota: 19 VVLG. Is. 40, 29: «Qui dat lasso uirtutem, et his qui non sunt fortitudinem et robur multiplicat». Traducción: «Él da vigor al fatigado y multiplica las fuerzas del débil».
Nota: 20 El teólogo y catedrático de griego en Salamanca León de Castro (fallecido en 1586), acérrimo detractor de la Biblia Hebrea y defensor de los Setenta y la Vulgata, acusó a BAM de haber empleado en su edición de la Políglota los originales hebreos y caldeos de la Biblia, y de haber dejado en un segundo plano tanto a los Santos Padres como a las versiones griega y latina. La sustancia de estos plateamientos queda plasmada en la obra de Castro titulada Apologeticus pro lectione Apostolica et Euangelica pro Vulgata D[iui] Hieronymi, pro translatione Septuaginta Virorum, proque omni ecclesiastica lectione contra earum obtrectationes (Salamanca, 1585). Entre su producción exegética se enumeran los Commentaria in Esaiam Prophetam ex Sacris Scriptoribus Graecis et Latinis confecta aduersus aliquot commentaria et interpretationes quasdam ex rabbinorum scriniis compilatas (Salamanca, 1570) y Commentaria in Oseam Prophetam ex ueterum Patrum scriptis, qui Prophetas omnes ad Christum referunt (Salamanca, 1586). Cf. Nicolás Antonio, Bibliotheca Hispana Noua siue Hispanorum scriptorum qui ab anno MD ad MDCXXXIV floruere notitia, 2 vols. (Madrid, 1783-1788 = Turín, 1963), II, 14-15. La polémica con León de Castro preocupó siempre sobremanera a BAM por razones varias: se trató de una campaña orquestada desde España casi desde los comienzos de los trabajos de la Políglota, llegó a los principales centros europeos y tenía como objetivo la prohibición in toto de la Políglota con los consiguientes riesgos incluso para la integridad y libertad de Montano. En 1574 León de Castro presentó una denuncia ante el Consejo de la Inquisición; el 9 de noviembre de 1576, formuló una requisitoria ante la inquisición de Valladolid, por la que solicitaba la comparecencia de BAM para dar razón de sus cosas. En la correspondencia de BAM se encuentran abundantes referencias y alusiones metafóricas a León de Castro como un rugiente felino: «allende de los Leones y otras personas que los días passados dexó levantar bramidos contra mis estudios» (cf. Montano a Felipe II en 79 03 00); «en Madrid el León bramando y procurando tragarme, deshonrándome por las audiencias y oydores y plaças e iglesias y monesterios, ayudándose de la terribleza y ímpetus de Lindano y de los demás que lo encienden» (Arias Montano a Zayas en 1579 10 10).
Nota: 21 En el Decretum de editione et usu sacrorum librorum, aprobado en la sesión cuarta del 8 de abril de 1546 del Concilio de Trento, se proclama la autoridad y prioridad de la Vulgata como texto consagrado por la tradición; puede leerse el texto completo del decreto en la obra de Stephan Ehses, Concilium Tridentinum diariorum, actorum, epistolarum, tractatuum noua collectio (Freiburg, 1901- ), V, 91-92. Una interpretación demasiado estrecha de dicho decreto, esgrimida, entre otros por León de Castro, constituía una amenaza clara sobre la Políglota, en la que el texto de la Vulgata iba acompañado de traducciones hebraístas.
Nota: 22 Traducción: «[…] tiene buena reputación entre todos, aunque no ha acertado a comprenderlo todo». Por tal motivo los editores de la Políglota de Amberes presentaron la traducción de Santes Pagnino corregida y enmendada, como se especifica en el mismo título del tomo séptimo de la Biblia: Hebraicorum Bibliorum Veteris Testamenti Latina interpretatio, opera olim Xantis Pagnini Lucensis: nunc uero Benedicti Ariae Montani Hispalensis, Francisci Raphelengii Alnetani, Guidonis et Nicolai Fabriciorum Boderanorum fratrum collato studio, ad Hebraicam dictionem diligentissime expensa.
Nota: 23 Cf. carta de Felipe II a la Universidad de Lovaina, del 15 de agosto de 1568, publicada en Biblia Regia, I, p. [fº ***4r] y de la que existe una copia autógrafa de Montano en AGS E 583/5.
Nota: 24 Los teólogos Agustín Hunnaeus y Cornelio Reyneri Goudanus ejercieron de censores; el jesuita Juan Willems Harlemius, profundo conocedor de las lenguas orientales, además del griego y del latín, se encargó de la lectura de las pruebas del diccionario hebreo, arameo, sirio y griego del Apparatus Sacer. En el capítulo de agradecimientos de la Políglota, insertado en la «Eiusdem Benedicti Ariae Montani Hispalensis alia ad lectorem praefatio. In qua de totius operis usu, dignitate et apparatu ex ordine differitur», escrita el 23 de julio de 1571 y publicada entre las páginas [35-40] del tomo I de la Políglota, BAM reconoce la labor de los teólogos lovanienes con estas palabras: «In primis autem sacrarum literarum studiosi, Augustino Hunnaeo et Cornelio Goudano, duobus Louaniensis Gymnasii luminibus, sacrae theologiae doctoribus et publicis professoribus, ac toti rei literariae addictissimis, ingentes habeant gratias. His enim propter insignem eruditionem et sacrarum linguarum non uulgarem cognitionem, optimi Regis mandato, hoc opus euoluendum ac diligenter examinandum a Louaniensi Academia commissum est. Qui quidem, quo sunt felici ingenio et maturo et ad grauissimas quasque res apto iudicio (adhibito ad eam rem Ioanne Harlemio sacrae theologiae licenciato, in omni linguarum genere exercitatissimo, S[acrae] Scripturae et Hebraicae linguae apud Louanienses in Societate Iesu professore) suo munere, ut a tantis uiris expectari poterat, cum summa laude perfuncti sunt: atque hac quidem in parte, ipsorum decretum, pro ea, quam obtinent, auctoritate, interpositum est» [p. 39].
Nota: 25 En torno al negocio que mantenía a BAM en contacto con Francés de Álava, véase carta de Felipe II a Arias Montano de 25 de marzo de 1568 (1568 03 25), donde el rey pide a BAM que cruce correspondencia con su embajador en París para recomendarle los libros que debía comprar o desechar de los que encontrara Francia.
Nota: 26 Andreas Darmarios (1540-después de 1586), copista y mercader de libros griegos establecido en Venecia. Sobre este personaje véase el reciente trabajo de E. Juhász, «Scelus nomine Andreas Darmarius scriptor et veterator nequissimus», en L. Horváth, Investigatio Fontium. Griechische und lateinische Quellen mit Erläuterungen. Beiträge der Tagung Klassisches Altertum – Byzanz – Humanismus der XI. Ungarischen Konferenz für Altertumswissenschaft (Budapest, 2014), pp. 107-116.
Nota: 27 Diego de Covarrubias y Leyva (Toledo, 1512-27 de septiembre de 1577), jurista, político y eclesiástico, estudió humanidades en Salamanca. En 1527 ingresa en la Facultad de Derecho Canónico, obteniendo el bachillerato en cánones y leyes en 1534 y el doctorado en 1539. Ocupó la sede episcopal de Segovia entre 1564 y 1577, sucediendo a Martín Pérez de Ayala, mentor de BAM en el Concilio de Trento. En el terreno político ostentó asimismo la presidencia del Consejo de Estado de Castilla desde 1571, en sustitución de Diego de Espinosa, hasta su muerte. Más datos biográficos en J. Malagón-Barceló, «El obispo don Diego de Covarrubias Leyva (1512-1577)», Boletín Mexicano de Derecho Comparado, 24 (1975), 709-713. Sobre la biblioteca que Covarrubias consiguió allegar con compras como las que le hizo al mercader griego es de interés el trabajo de Juan Carlos Galende Díaz, «La biblioteca de manuscritos griegos y latinos del obispo Diego de Covarrubias en el Colegio salmantino de San Salvador de Oviedo», en Silos: un milenio. Actas del Congreso Internacional sobre la Abadía de Santo Domingo de Silos, 4 vols. (Burgos: Universidad de Burgos, 2003), III, 283-294. Sobre su vida y obra puede consutarse N. Antonio, I, 276-279. Véase también IBEPI, I, 355 (ABEPI, I, 243, 174-237). Covarrubias mantuvo correspondencia con el impresor Cristóbal Plantino desde 1568 a través de BAM y Hoppero (cf. CP, II, nº 270, CP, III, nº 321 y CP, IV, nos 124 y 211).
Nota: 28 Guerau de Spes, en Londres desde el 3 de septiembre de 1568 para sustituir a Diego Guzmán de Silva, el anterior embajador de Felipe II ante la reina Isabel I.
Nota: 29 BAM no solo era un experto bibliófilo y gran conocedor de los objetos de arte, sino que también sabía regatear y obtener los mejores precios con artimañas y engaños. El 20 de julio de 1568 se jacta de anular una compra de cuadros y conseguir otros mejores la mitad más baratos (cf. 1568 07 22). En la presente carta, BAM ejecuta un engaño a dos bandas: ante el vendedor de libros griego se presenta como un comprador particular, pues jamás habría obtenido un precio tan bajo si el mercader hubiese sabido que el destinario del lote era el rey de España. A los otros posibles compradores les hizo creer que conseguiría un buen precio por el lote completo de libros para luego compartir con ellos algunas de las adquisiciones, razón por la que aquellos nunca pujaron por los libros e incluso ayudaron a BAM en los días de regateo con el librero. Cuando BAM se hizo con los libros, les dijo que no podía ofrecerles ninguno porque todos iban destinados al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. En carta nº 69 04 06 BAM confiesa haber ocultado el valor de unos libros que adquirió tras una visita a las librerías de Breda y Haustrat, para no tener que pujar con otros compradores.
Nota: 30 A lo largo de la presente correspondencia se leen otros pasajes que demuestran que BAM se mantuvo alerta para cumplir esta misión durante su estancia en los Países Bajos: en abril de 1569 el capellán real realiza un visita a las librerías de Breda y Haustrat, adquiriendo pocos pero valiosos libros para el rey. En otoño de ese mismo año, BAM envía a libreros de las distintas comarcas comprar todos los libros en pergamino de las abadías, en la idea de que si se personaba él mismo, el precio subiría por la misma relevancia del comprador. En mayo de 1570 Arias comunica al rey que acaba de realizar una compra de libros originales griegos en París por mediación de un amigo con el que ha conseguido precios de particular, y que también había allegado una buena cantidad de libros impresos de Alemania, Francfort, León y París, que había mandado encuadernar. Durante su viaje a Roma en la segunda mitad de 1572 BAM compra libros para El Escorial en la Urbe y en Venecia, y deja orden a algunos amigos de que se le busquen más en el futuro (cf. 72 12 18). La provisión de libros para el Monasterio de El Escorial preocupó a BAM durante gran parte de su vida: hacia 1581 escribe un informe «sobre los libros que se podrían traer para S[anc]t Lorençio» (cf. Macías, Correspondencia con Ovando, pp. 321-323, nº 31).
Nota: 31 Martín de Cáceres. Si se trata del mismo personaje, de él escribe Plantino a BAM que realizó unas correcciones sobre cuatro discursos que esperaba imprimir en breve: «Reliqua quae scribis te mittere accepi, nempe […] emendationes illius D[omini] Martini de Caceres in 4 orationibus, quas in gratiam illustriss[imi] D[omini] Federici imprimendas suscepi»; carta de Plantino a BAM del 29 de agosto de 1572 (72 08 29).
Nota: 32 Pedro de Isunza (1530-1593), mercader y hombre de negocios natural de Vitoria y que operaba en Amberes al menos desde 1553. Véase, sobre este personaje, la entrada de Koldo Larrañaga Elorza, «Pedro de Isunza», en AUÑAMENDI EUSKO ENTZIKLOPEDIA.
Nota: 35 Diego Díaz Becerril. Véase nota biográfica en carta 1568 02 14.
Nota: 34 Juan de Juni, Jean de Joigny (Joigny, Francia, 1506-Valladolid, 1577), escultor de formación italiana afincado en España desde 1533, primero en León y después en Valladolid. Se casó en tres ocasiones y tuvo un hijo natural, Isaac de Juni, también escultor. El complejo estilo de este artista refleja la influencia del gótico francés de Claus Sluter, el italianismo de Jacopo della Quercia, Rafael y Miguel Ángel, y el manierismo. Sus obras, pese al profundo sentido clasicista de la composición, se acercan al arte barroco. Entre su producción cabe destacar la Inmaculada de la Capilla de los Benavente en Medina de Rioseco, la Virgen de los Cuchillos del Museo de Valladolid, El entierro de Cristo del Museo Nacional de Escultura de Valladolid y la Piedad de Medina del Campo. Cf. ABEPI, I, 483, 44-82; II, 485, 56-107; J. J. Martín González, Gran Enciclopedia Rialp (1991), s. v. Juan de Juni.
Nota: 35 Juan de Holbeque figura como jardinero mayor del Real Sitio de Aranjuez.
Nota: 36 Entre los botanistas que BAM más trató en los Países Bajos figuran una serie nombres que el mismo humanista publicó en su libro Naturae historia, prima in magni operis corpore pars (Amberes, 1601): «Cuius laudis antistites nostro aeuo Rembertum Dodonaeum hospitem nostrum iam uita functum et Carolum Clusium amicum suauissimum in Belgio nouimus, et his recentiores Mathiam Lobellum […]» (capítulo «De cognitione ac definitione herbarum», p. 241, fº h1r). Alguno de estos estudiosos, Remberto Dodoens (1517-1585), Carlos Clusio (1526-1609), Matías de L’Obel (1538-1616), puede ser el hombre docto al que alude BAM.
Nota: 37 BAM media ante la Corte para promover a Cornelio Gemma como profesor de medicina en Lovaina (véase también carta 1569 04 06). Cornelio Gemma (Lovaina, 28 febrero 1535-12/13 octubre 1578/1579), astrónomo y matemático de Brabante, es hijo del ilustre Gemma Frisio (1508-1555), también matemático y médico, autor de la conocida De principiis astronomiae et cosmographiae (Amberes, 1530). Gracias a la intercesión de BAM, el 23 de mayo de 1570, Cornelio alcanza el doctorado en Medicina y ocupa la cátedra de la Universidad de Lovaina. Cf. HTL, II, 564; F. Van Ortroy, Bio-bibliographie de Gemma Frisius, fondateur de l’École Belge de Géographie, de son fils Corneille et de ses neveux les Arsenius (Amsterdam, 1966), pp. 117-142. La referida carta de recomendación, dirigida por Felipe II al duque de Alba, no se escribiría hasta el 25 de julio de 1569 (cf. Domínguez, Correspondencia. I, pp. 699-700). Se conserva también una carta de Gemma a BAM, del 1 de mayo de 1570, sobre el prefacio de la Biblia (cf. 70 05 01); Arias Montano compuso y publicó un epigrama «Ad Cornelium Gemmam» en la obra de Gemma De naturae diuinis characterismis (Amberes, 1575).
Nota: 38 Juan Goropio, Jean Geertszone o Gerartsen van Gorp (1519-1573), médico y lingüista originario de la localidad de Brabante Hilverenbeek, de donde viene el gentilicio de «Becano». Alcanzó el dominio de las tres lenguas, latín, griego y hebreo en el Collegium Trilingue Louaniense; hacia 1544 enseña Filosofía y, posteriormente, se sintió atraido por la Medicina, conviertiéndose en discípulo de Gemma Reyneri, padre de también citado Cornelio Gemma. Ejerció la medicina en España hasta 1558, fecha en que regresó a Amberes. Entre 1563 y 1567 formó sociedad con Cristóbal Plantino, Jacobo Schotti y sus primos Cornelio y Carlos van Bomberghen. Su vocación humanista le llevó después a los terrenos de la Lingüística y la Etimología, postulando la teoría de que los nombres de Adam y Eva eran términos familiares al dialecto hablado en el Brabante de su tiempo. Estas ideas peregrinas, pese a la oposición de Masio y el mismo BAM, vieron la luz en la obra Origenes Antwerpianae siue Cimmeriorum Becceselana (Amberes, 1569). En 1572 pasó a Lieja al lado de su amigo Levino Torrencio quien editó en 1580 de forma póstula las Opera Ioan[nis] Goropii Becani hactenus in luce non edita. Cf. HTL, IV, 31-40; BNB, VIII, cols. 120-123; E. Frederickx, «Iohannes Goropius Becanus (1519-1573). Leven en werk» (Tesis doctoral inédita: Universidad de Lovaina, 1973); L. Charlo Brea, «Arias Montano, Plantino, Torrencio, Becano«», en La Universitat de València i l’Humanisme: Studia Humanitatis i renovació cultural a Europa i al Nou Món (Valencia, 2003), pp. 393-401.
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