[1] Ha tantos días que no tengo carta de vuestra merced que he perdido la cuenta y casi la paciencia, aunque en unas postreras de mis hermanos de Sevilla encaminadas por mano de vuestra merced en el sobrescritto venía de su letra buena nueva de su salud, que es una de las cosas que yo más desseo y más a menudo querría haver; empero por lo menos ha más de mes y medio que aquellas quatro letras fueron scrittas de vuestra merced, y quien no se solía hartar de su conversación, aunque le estorvasse en sus occupaciones más justas, buena hambre se passa agora los meses enteros. Dios lo remedie, y dé a vuestra merced la salud que yo le desseo.
[2] Por quantas vías se me han descubierto he escritto a vuestra merced por mar y por tierra, y hasta agora no tengo noticia ni aviso de que algunas de mis cartas hayan aportado. Pesarme ýa mucho de qualesquiera que se perdiessen,3 porque no he escritto carta doble ni quedádome con minuta. La causa es porque no tengo quien me ayude a cosa ni me traslade un renglón, si no4 es en latín, y aun desto tengo mal reccado.
[3] De Baptre Gossen, mercader flamenco que bive cerca de Santiago, no me ha escritto vuestra merced si aportó allá. Con él embié un Canisio para don Juan Manrique y otro para don Fadrique aparte, y los antojos en una caxa, treinta pares para Iacome de Trezzo, y respondí a los señores Treviño y Lastanosa sobre las medallas de que me pedían cuenta. [4] Después he escritto a vuestra merced muchas vezes y a los señores don Luis Manrique y don Luis de Rojas, para los quales tengo hecha otra nueva cargazón de libros, allende de nueve cofres que embié los días passados para don Luis de Rojas, en los quales yva para vuestra merced papel5 y ciertos libros que havía demandado.
[5] Dos pliegos otros despaché juntos cerca de un mes ha. En el uno, que yva por tierra, escrivía a Su Magestad y a vuestra merced y a otras personas aý y en Sevilla. En el otro, por mar, embié un quaderno de nuestra obra. En estos cofres del señor don Luis Manrique van muestras de todas las suertes de papel y la de pargamino6 en un rollo embuelto todo. [6] Creo que agora llegará en tiempo triste, porque acá también lo es mucho con la nueva del fallecimiento de la reyna cathólica, que Dios tiene en su gloria. Cierto a mí me ha puesto el dolor que deve sentir quien considera, como buen criado de Sus Magestades, lo que deve en tal successo. Plega a Dios por quien Él es, guardarnos al rey y mirar por su Iglesia y República. A vuestra merced supplico me dé siempre aviso de la salud de Su Magestad y de la paciencia y ánimo que Dios le da en todos estos trances, y de las cosas que entiende ser bien que sepa un criado suyo que afficionadíssimamente lo ama y encomienda a Dios, porque por otra vía [f. [1v]] que el aviso de vuestra merced yo no puedo tener nueva que me satisfaga. [7] Quando a vuestra merced le pareciere que yo pueda escrivir a Su Magestad, me dará aviso, porque si se sirve de que yo senzillamente y como buen criado suyo y como christiano y que tiene alguna noticia de cosas, parte por lección y parte por lo que con quarenta y tres años de vida y peregrinaciones de los más dellos y observación de lo que he visto y communicación de personas de todas suertes he cogido, le escriva lo que sintiere, aunque no sea yo parte para compararme con los muchos que en esto le sirven, hazerlo he sin ningún otro respetto que el servicio de Dios y el suyo y el bien público. [8] Y si en esto no importa mi servicio, con entender de vuestra merced que ello es ansí, cumpliré con mi desseo y serviré en lo que siempre, que es rogar a Dios por su Iglesia y religión y por el bien de mi rey y de la república christiana, y procurar de no faltar en estroto que me es encomendado y encargado, de lo qual espero en Dios que ternemos buen successo, porque todo se nos va haziendo bien. Sea él loado por todo.
[9] El Génesis está acabado y vamos sobre el Éxodo, y desta semana en delante mettemos otra emprenta más. A mí no me falta obra ni me sobra tiempo, de manera que aun las fiestas tengo bien en qué entender. [10] Y agora se me ha offrecido otro cuydado que me exercita en las noches, y es que, entre los libros chaldeos que el Cardenal tenía para imprimir, faltava un tomo que no parecía en Alcalá, que era el de los Prophetas que llaman Primeros, que son Josue, Iudices et libri Samuel et Regum, el qual quedó en poder de Çamora quando el Cardenal murió. Y este libro se havía desparecido7 en España, y estando aquí supe que havía apportado a Roma, y que allí lo havía comprado Andreas Masio, secretario del duque de Babiera y su embaxador ordinario, al qual, passando este estío por aquí con embaxada al duque d’Alva8, hablé y le pedí me lo prestasse para juntarlo con los demás en esta Biblia; y haviéndomelo promettido, rogué a Plantino que de buelta de Francafort9 viniesse por allí y lo traxesse. [11] Y quando me lo traxo con su carta, hallé que no estava traduzido en latín, sino solo en caldeo escritto de mano, y solo del primer capítulo començados a traduzir veinte versos. Y ansí en caldeo acá lo teníamos en las Biblias de Roma y Venecia, de manera que me ha sido forçado traduzirlo yo porque vaya todo el caldeo con sus traduciones, y ansí lo he començado a hazer con la ayuda de aquél qui dat lasso uiturtem, al qual supplico a vuestra merced me encomiende.
[12] En otro pliego que embié por tierra respondí largo a la carta de León, la qual respuesta yva tan solamente para vuestra merced, y ansí le supplico que no la muestre a persona, sino mande sacar la sustancia della, si alguna tiene, porque a mí no me incumbía responder aquella carta, mayormente tomando contención de defender a Pagnino, porque en nuestra Biblia él no va hasta agora ni, ya que fuesse, podría yr en parte donde los que no están bien con él pudiessen [f. [2r]] calumniar. [13] Y sepa vuestra merced que de París y Lovaina se pidió que se pusiesse, y esto después que yo estoy aquí, que antes no se havía trattado dél en estas partes que digo. E yo les10 respondí que no havía lugar por agora. Empero si vuestra merced quisiesse escrivir a León que dentro de quatro meses o tres le embiasse los lugares que le offenden en aquella versión, y esto con toda caridad y senzilleza, podría ser que fuessen provechosos algunos de sus avisos y que con aggradecimiento se le recibiessen, e yo ordenasse cómo él consiguiese su intento. [14] Porque sepa vuestra merced para entre nosotros que yo por desseo del provecho común he propuesto esto en la Universidad de Lovayna, y rogádoles que lo vean de nuevo con diligencia, y se va haziendo. Y si León embiasse algo que fuesse de importancia, sería bien recibido, porque este interpreterintérprete por ser cathólico y literal audit bene apud omnes, etiam si non omnia assecutus est. Y si vuestra merced entiende que allá no se ha de hazer esto senzillamente, más valdrá dexarlo porque acá lo harán bien y sin passión.
[15] Aquella universidad se holgó en estremo con la carta de Su Magestad y promettieron de ayudarme en todo quanto se offreciesse. Y no dexaré de occuparlos en algo que sea de su officio.
[16] Acerca de la intelligencia que devo tener con don Francés d’Álava sobre los libros para la librería de San Lorenço, o de todo el reyno por mejor dezir, yo tengo escritto al embaxador y no he havido respuesta hasta agora.
[17] Estos días passados me ha succedido una buena suerte en esta razón, en la qual he servido a Su Magestad como se lo devo, y holgaría que se me offreciessen otras ansí. Y es que un mercader griego de libros originales, al qual yo conocía en Venecia y le havía comprado harta summa de libros y bien caros, y el obispo que es agora de Segovia, Covarruvias, también havía comprado dél en mill escudos, passava por aquí con unos libros que llevava a la reyna de Inglaterra con esperança de tornar con gran premio, y succedióle que los soldados enemigos lo despojaron en el camino y llegó aquí con tres compañeros y con sus libros y sin una placa, y procuró vender dos o tres libros para passar adelante. [18] Y como pedía tan caro por ellos, ninguno osó començar a comprarle, y los que desseavan haver algunos me dieron aviso dello para que yo le tomara algunos y hiziera precio para ellos. [19] Yo lo11 hize llamar y, como me conoció, tomó contento y rogóme le socorriesse con dineros hasta Inglaterra, y le diesse cartas para el embaxador de Su Magestad que allí está, que le favoreciesse, y para algunos por el camino, porque se temía del12 maltrattamiento,13 estando la tierra tan rebuelta por acá. [20] Yo le di luego cartas para el embaxador, empero púsele la dificultad que havía en el viage [f. [2v]] y el incierto successo que con la reyna de Inglaterra ternía estando las cosas de aquella isla en el estado que están, y siendo estos libros todos ecclesiásticos y cathólicos, salvo algunos philosóphicos. Y con esta occasión le14 rogué dixe que me los vendiesse a mí; de15 quantos le havía comprado caros, que fuessen estos agora en buen precio. [21] Él, amedrentado de lo que havía passado, y con lo que yo y otros diximos de lo que podía esperar o temer, trattó de venderme parte dellos. Yo le dixe que no le compraría uno sin otro o sin16 todos, que son quarenta libros entre originales antiguos y copiados buenos, y jamás sintió él ni los otros, que desseavan comprarle algunos, que yo los quería sino para mí; y con esperança de que a sus cabales les daría parte, me ayudaron mucho en no comprarle ellos ninguno y en solicitar que me los vendiesse. [22] Y ansí él fue forçado a trattar comigo,17 porque no tenía un real ni hallava modo de haverlo.18 Y pidióme luego que se los pagasse conforme a como yo sabía que valían, y que no quería más. Yo no quise sino que nombrase el precio, porque yo no se los podía pagar por el valor, estando fuera de mi tierra y con poco dinero. Pidióme quatro cientos scudos. Parecióme que se ponía en buena razón, porque cierto los libros valen largos trezientos scudos. Yo le dixe que no tenía que cien escudos para le dar, y que no quería más hablar en ellos,19 y que era razón que él con su necessidad se conformasse con la mía, pues le havía ya yo20 comprado y hecho comprar en más de mill21 scudos. [23] Desta manera lo tuve quatro días yendo y viniendo, hasta que, visto no podía más, me los dio por ciento y quinze scudos. Y procuró aquí cómo se los fuessen pagando por el camino de Italia por los lugares donde havía de passar, para gastar en el viage. Yo creo que él no hizo en su vida más mal empleo ni yo mejor. [24] Quando los codiciosos acudieron por parte, yo les22 dixe que pensava servir con ellos a Su Magestad, y que no podía quitar ninguno. Ellos, que me tenían por muy senzillo, se espantaron del artificio que tuve con el griego y con ellos. Yo les dixe que quien havía gastado tanto tiempo y dinero en esta mercaduría no era mucho echasse algún buen lançe. [25] Y vuestra merced tenga por cierto, si23 el grecheto entendiera que eran para Su Magestad, no los huviéramos por quinientos ducados, porque ninguno hay que valga de quatro scudos abaxo, y hay algunos que valen sobre quarenta.
[26] Gerónimo de Curiel pagó los ciento y quinze scudos, los quales ordenará vuestra merced cómo se le tomen en cuenta. Y porque quiero de hoy más entender en allegar los libros que Su Magestad me manda para cumplir la Bibliabiblioteca de San Lorenzo, ansí impressos como originales, embíeme vuestra merced el cathálogo de los que hay ya en la librería para que por él vaya viendo lo que es menester anadirañadir etc. [f. [3r]]
[27] Martín de Cáceres llegó aquí maltrattado del trabajo de la navegación y del camino, porque tuvieron trabajoso viage. Yo me holgué con él por ser de casa de vuestra merced y hermano de quien es, aunque no me dio contento ver que haya tomado este propósito de seguir guerra, pudiendo tomar otro camino más siguro y viendo lo que passa en este género de vida. Dile diez escudos que me dixo devía para desempeñar sus vestidos, y escriví a Albornoz para que lo encaminasse y collocasse como a cosa de vuestra merced. No he sabido más dél de diez días a esta parte. Venía entonces bueno de salud, y luego vino galano y con un criado harto boçal. Encarguéle me avisasse de su assiento. Sabiendo cómo y dónde está, escriviré a los amigos que tengo en el campo para que miren por él. A su hermano beso las manos. [28] A vuestra merced supplico mande cobrar lo que se me deve de mi salario y dar orden cómo se me embíe, que no faltará quien se offrezca, como lo hizo Ysuncia muy bien, que luego me dio los scudos24 del señor don Luis Manrique o por vía de mercaderes.
[29] El señor Diego Díaz me embió una cédula de que me he valido, porque todo es menester, no tanto para mí, que a qualquiera cosa me accomodaría con la gracia de Dios, quanto para algunos que por fuerça he de tener comigo25 estando en lo que estoy, y por quien acá me embió; y por fuerça también se ha de soccorrer a personas de nuestra nación, cuyas necesidades son manifiestas y que tienen pocos acá a quién acudir.
[30] Al señor don Luis de Rojas avisará vuestra merced de que sus cofres están a punto para yr a las naves a la hora que esta escrivo. Yo creo he acertado a le servir en los libros y en los precios.
[31] Esta va también, como otras, por rodeos. Plega26 a Dios aportarla. [32] Las cartas que van para Juan de Juni y para el jardinero del rey supplico a vuestra merced mande embiarles y darles aviso que respondan a su casa y embíen lo que huvieren de embiar. Son de un hombre dotto que se entiende con ellos en este menage de yervas y plantas. Y de acá también se les embiará cosas a ellos como se les han27 embiado. [33] A todos mis señores y amigos mande vuestra merced dar mis besamanos, cuya illustre persona nuestro Señor prospere en su servicio. En Anvers, 9 de noviembre 1568.28
Arias Montano تلميد29
[34] Por la carta en favor y honor de Gemma30 supplico a vuestra merced. [35] De Beccano escriviré a vuestra merced en otra, el qual embía a vuestra merced uno de sus libros en los cofres del señor don Luis Manrique. En él también leerá vuestra merced su nombre.